Tampa, FL – Melody González Pedraza, una jueza originaria de Villa Clara, Cuba, arribó al Aeropuerto Internacional de Tampa el jueves por la mañana gracias al Parole Humanitario, un programa implementado por la administración del presidente Joe Biden. A pesar de su entrada inicial denegada debido a su historial en Cuba, González Pedraza solicitó asilo político y actualmente se encuentra detenida esperando una decisión judicial, según confirmó su patrocinador, Roberto Castellón, en una llamada telefónica a Martí Noticias.

González Pedraza es conocida en Cuba por haber firmado una sentencia en mayo de 2024 que condenaba a tres y cuatro años de prisión a cuatro jóvenes acusados de lanzar cócteles molotov contra un jeep y viviendas de altos oficiales de la policía y la Seguridad del Estado en Encrucijada, el 18 de noviembre de 2022. Los condenados, todos menores de 30 años, fueron sentenciados basándose en pruebas cuestionables, incluyendo la retractación de la confesión de uno de los acusados y testimonios de la Seguridad del Estado.

Las madres de los jóvenes condenados han manifestado su rechazo vehemente a que González Pedraza reciba asilo en Estados Unidos. Dunia Marisol Rodríguez Milián, madre de Eddy Daniel Rodríguez Milián, expresó su indignación:

“Soy la mamá de uno de los cuatro muchachos presos en un juicio amañado por Melody González Pedraza. Un juicio en el que no hubo una prueba en contra de los muchachos. Intentó inventarla, pero no la encontró”, declaró desde Cuba. “Ella le metió los cuatro años a los muchachos, quitándole el privilegio a mi hijo de poder irse para Estados Unidos porque a mi hijo le había llegado el Parole. Sin embargo, a ella, una jueza tan revolucionaria, que ha metido a tantos muchachos presos injustamente, le llegó el Parole y le dieron la liberación [del Ministerio de Justicia]”.

Rodríguez Milián añadió con indignación: “Esas cosas son las que yo no entiendo. No las puedo entender”.

Desde Encrucijada, Ana Iris Pedraza Balero, madre de Luis Ernesto Medina Pedraza, también expresó su rechazo:

“Pienso que no se le debe conceder [el asilo político] porque ella utilizó su cargo para cometer las injusticias más grandes y más atroces del mundo. Aquí está el caso de estos cuatro muchachos: abusó de su cargo, abusó de su poder y ahora quiere vivir libremente y a plenitud, sin pagar por nada de lo que hizo”, afirmó con firmeza. “Eso es muy injusto. Por lo tanto, creo que si en el mundo debe haber justicia, se le debe aplicar a ella bien aplicada y no dejarla entrar a ese país”.

El proceso legal de González Pedraza ahora depende de una entrevista inicial de inmigración y, posiblemente, una entrevista de miedo creíble para determinar si su solicitud de asilo procede. Según la abogada de inmigración Rosaly Chaviano, el proceso puede resultar en la concesión del asilo o en una orden de deportación a Cuba.

Roberto Castellón, su patrocinador y primo, ha defendido a González Pedraza argumentando que ella solo cumplía con su trabajo y que, en comparación con lo solicitado por las autoridades cubanas, las penas impuestas fueron relativamente leves. Castellón también mencionó que está considerando acciones legales contra quienes han calificado a su prima de represora.

Estados Unidos debe revisar caso por caso a las personas que solicitan entrada al país, especialmente aquellas con antecedentes de violaciones de derechos humanos. Aquellos que han abusado de su poder y han cometido injusticias no deben beneficiarse de los programas de inmigración y asilo de este gran país. En su lugar, deben ser deportados para garantizar que los beneficios migratorios se otorguen a quienes realmente los merecen y necesitan.