Tribunal de Santiago de Cuba condena a Julio César Duque de Estrada Ferrer pese a evidencias de abuso policial

El Tribunal Municipal Popular de Santiago de Cuba dictó sentencia contra Julio César Duque de Estrada Ferrer, de 55 años, imponiéndole 4 años y 6 meses de privación de libertad por los supuestos delitos de atentado y desobediencia. La decisión judicial, hecha pública esta semana, llega después de meses de denuncias sobre las irregularidades procesales y la violencia ejercida contra el acusado durante su arresto.

Lo que dice la versión oficial

Según la sentencia, Duque de Estrada se negó a cumplir órdenes de la Policía Nacional Revolucionaria, intentó filmar con su teléfono, agredió a un oficial y se resistió al arresto. Aunque inicialmente también fue acusado de resistencia, el tribunal lo absolvió de ese cargo, manteniendo solo los de desobediencia y atentado.

Lo que realmente ocurrió

Sin embargo, como ClickCuba denunció en octubre de 2024, la realidad fue muy distinta. Ese 12 de septiembre de 2024, Julio César fue interceptado en Santiago de Cuba por agentes vestidos de civil que nunca se identificaron. Uno de ellos, identificado como Mario Raciel, le exigió entregar su teléfono celular además de su carnet de identidad.

Julio accedió a mostrar su carnet, pero se negó a entregar el móvil sin una orden oficial, lo que desató la violencia. Testigos aseguran que fue golpeado brutalmente, derribado al suelo con un puñetazo en la nuca, esposado de forma irregular con alambres y los cordones de sus propios zapatos, y trasladado a la fuerza.

Posteriormente permaneció incomunicado por más de dos semanas, sin acceso a una defensa adecuada ni a atención médica, hasta ser trasladado a la prisión de Aguadores.

Fiscalía contra evidencias de abuso

Pese a estas denuncias y a las pruebas de que el arresto estuvo marcado por el uso excesivo de la fuerza, la Fiscalía pidió una sanción severa de más de cinco años, alegando la supuesta “lesividad social” de los hechos y la necesidad de “ejemplaridad” ante conductas de desobediencia civil.

Finalmente, el tribunal fijó la pena en 4 años y 6 meses de cárcel, ignorando los testimonios y las evidencias de que Julio César fue víctima de abuso policial y no autor de los hechos que se le imputan.

Un caso que refleja el patrón represivo

Este fallo no solo desconoce las pruebas de la brutal agresión sufrida por Julio César, sino que se enmarca en un patrón más amplio del régimen cubano: fabricar causas penales contra ciudadanos para justificar detenciones arbitrarias y acallar cualquier resistencia civil, incluso cuando se trata de incidentes provocados por los propios agentes.

La defensa aún puede apelar ante el Tribunal Provincial de Santiago de Cuba, aunque en un contexto donde la justicia está controlada por el poder político, las expectativas de un fallo justo son mínimas.