Yonay Moreu Leal, preso político del 11J, se planta en la prisión de Agüica exigiendo su libertad

Yonay Moreu Leal, manifestante del 11 de julio de 2021 (11J) y preso político cubano, se encuentra plantado en la prisión de Agüica, en el municipio Colón, provincia de Matanzas. Su protesta, cuyo inicio aún no ha sido precisado, responde a su exigencia de libertad para él y todos los presos políticos en Cuba.

La denuncia fue confirmada por su esposa, Nilaismary Álvarez, quien relató que un recluso del 11J la llamó desde la prisión para advertirle que no acudiera al pabellón de visitas porque Moreu estaba plantado. Sin embargo, las autoridades carcelarias no han ofrecido detalles sobre su estado actual, lo que aumenta la incertidumbre sobre su bienestar. Álvarez, embarazada y madre de una niña pequeña, ha manifestado su preocupación por la salud de su esposo y la falta de información oficial.

Un castigo de 15 años por manifestarse

Moreu Leal fue detenido en Matanzas tras participar en las históricas protestas del 11J. En un juicio marcado por acusaciones desproporcionadas y sin garantías procesales, recibió una sentencia de 15 años de prisión bajo el cargo de sedición, una de las condenas más severas impuestas a los manifestantes de aquellas jornadas. Desde su encarcelamiento, ha denunciado maltratos, condiciones inhumanas y limitaciones en su comunicación con la familia.

Según testimonios de otros reclusos y familiares, la prisión de Agüica carece de condiciones mínimas de vida. Los presos políticos son sometidos a aislamiento, alimentación insuficiente, falta de agua potable y restricciones en el acceso a atención médica, prácticas que han sido catalogadas como tortura carcelaria por organizaciones de derechos humanos.

Riesgo para su vida

La decisión de plantarse en prisión implica una medida extrema de protesta que podría incluir huelga de hambre o rechazo a las órdenes del penal, exponiendo a Moreu a represalias de las autoridades y deterioro acelerado de su salud. Su esposa ha señalado en otras ocasiones que Yonay padece hipertensión arterial y ha sufrido síntomas de desnutrición, lo que agrava la preocupación por su estado en caso de que haya iniciado una huelga de hambre.

Hasta el momento, las autoridades penitenciarias no han informado sobre su situación, lo que incrementa la angustia de su familia. En casos anteriores, otros presos plantados han sido sometidos a castigos adicionales, celdas de aislamiento e incluso golpizas como represalia por desafiar al régimen carcelario.

El silencio del régimen y el llamado de su familia

El gobierno cubano no ha emitido declaraciones sobre la protesta de Moreu Leal, en línea con su política de ignorar las denuncias de abusos en las prisiones. Sin embargo, organizaciones como Prisoners Defenders y Justicia 11J han documentado las condiciones a las que son sometidos los prisioneros políticos en la isla y han alertado sobre el uso sistemático de tratos crueles y degradantes en cárceles como Agüica.

Nilaismary Álvarez, con un embarazo avanzado y una niña pequeña bajo su cuidado, ha insistido en que su esposo no debió haber sido condenado y ha pedido que la comunidad internacional siga de cerca su caso. “No sabemos qué está pasando con Yonay, ni desde cuándo está plantado. Su vida corre peligro y exigimos respuestas”, expresó con desesperación.

El caso de Yonay Moreu Leal es un reflejo de la represión que aún pesa sobre los manifestantes del 11J en Cuba. Mientras su familia clama por información y teme por su integridad, su decisión de plantarse en prisión se convierte en un nuevo acto de resistencia en un país donde protestar sigue siendo castigado con cárcel y represión.