Funcionarios del MINAGRI en Viñales implicados en la confiscación de animales en la finca de la familia Urquiola

La activista y académica cubana Omara Ruiz Urquiola denunció recientemente que un grupo de funcionarios de la Delegación Municipal del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI) en Viñales irrumpió en su finca y confiscó los animales de su familia mientras su madre, una anciana, se encontraba sola en la propiedad.

Según Ruiz Urquiola, los responsables de este acto fueron Juan Carlos Fleitas Reyes, jefe del registro pecuario; Bety González Pérez, del área pecuaria; Pedro Arteaga Hernández, comprador; y dos monteros identificados como José Luis Hernández Romero y Manuel Álvarez.

De acuerdo con la denuncia de la activista, los funcionarios llegaron en plena lluvia y se llevaron los animales del patio, incluyendo una burrita y una vaquita preñada llamada Rita, con la excusa de trasladarlos a una granja estatal. Sin embargo, Ruiz Urquiola denunció que este tipo de acciones forman parte de una política de hostigamiento y represión contra su familia, que ha sido objeto de constantes ataques por su postura crítica hacia el régimen cubano.

El rol de los funcionarios en el despojo

Se identifica a Juan Carlos Fleitas Reyes, jefe del registro pecuario, como uno de los principales responsables del operativo. Fleitas Reyes, cuya imagen fue difundida en redes sociales, es señalado por su participación activa en la confiscación de los animales y en la ejecución de órdenes que afectan a campesinos en la zona.

Por su parte, Bety González Pérez y Pedro Arteaga Hernández fueron los encargados de gestionar y ejecutar la confiscación de los animales, mientras que los monteros José Luis Hernández Romero y Manuel Álvarez actuaron como parte del equipo que forzó el retiro del ganado de la finca.

“Estamos vivos, esa es y será nuestra finca”

Ruiz Urquiola calificó el acto como un robo y una nueva forma de abuso estatal contra su familia, al tiempo que reafirmó su derecho a la propiedad de la finca y de los animales. “Estamos vivos, esa es y será nuestra finca, esos animales son nuestros. Están robando lo que nos pertenece”, afirmó en su publicación.

La denuncia ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde numerosos activistas y ciudadanos han expresado su solidaridad con la familia Urquiola y han condenado la represión ejercida por las autoridades cubanas contra los campesinos independientes.

Este nuevo episodio se suma a una larga lista de confiscaciones arbitrarias y acoso sistemático contra ciudadanos que intentan mantener su autonomía en un sistema donde el control estatal sobre la producción agropecuaria ha llevado a la crisis alimentaria que atraviesa el país.