Insólito: Gobierno de Santiago de Cuba confisca ataúd traído desde EE.UU. con el cuerpo de Yannelis Casales

El escándalo ha sacudido a la ciudad de Santiago de Cuba tras la insólita denuncia realizada por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada: el ataúd con el que fue repatriado desde Estados Unidos el cuerpo de la joven cubana Yannelis Casales, asesinada brutalmente por su pareja en Jacksonville, fue recogido por las autoridades locales y transportado a un destino desconocido.

La denuncia, hecha pública en redes sociales por Mayeta y respaldada por testigos, señala que el féretro —que fue utilizado en el funeral de Yannelis en Santiago de Cuba— fue sustraído por la administración de la funeraria “Santiago” bajo el argumento de que “no cabía en el nicho” donde sería enterrada.

El cuerpo de la joven, víctima de feminicidio en EE.UU., fue trasladado a Cuba gracias a una colecta realizada por cubanos en el exilio que se movilizaron para garantizarle un sepelio digno en su tierra natal. Sin embargo, tras el velorio, las autoridades decidieron colocar su cadáver en una caja rústica de madera, de las que comúnmente se utilizan en funerales estatales, y llevaron el ataúd original en un camión hacia un lugar que aún no ha sido identificado.

“Sabrá Dios para quién la estarán reservando”, escribió Mayeta en su publicación, cuestionando la falta de ética y transparencia de las autoridades implicadas. La indignación no se ha hecho esperar entre la población santiaguera y en la comunidad cubana en el exterior, que se siente ultrajada ante lo que consideran un acto de apropiación indebida por parte del Estado.

Hasta el momento, ninguna institución del régimen ha ofrecido una explicación oficial sobre el destino del féretro, ni sobre la legalidad de esta acción que muchos consideran un robo disfrazado de trámite burocrático.

El caso de Yannelis Casales, ya doloroso por las circunstancias de su muerte, se ve ahora empañado por este acto que pone en entredicho el respeto a los difuntos en Cuba y la manipulación de recursos que llegan desde el extranjero, incluso en momentos de duelo.