Un niño cubano con múltiples discapacidades sobrevive gracias a la solidaridad internacional

Rosmiel Jesús Sánchez Castillo, un niño de apenas seis años que reside en la provincia cubana de Pinar del Río, enfrenta una dramática lucha por sobrevivir en medio de condiciones precarias que afectan tanto su salud como su bienestar. Diagnosticado con microcefalia, parálisis cerebral infantil, epilepsia, encefalopatía y retardo global del neurodesarrollo, Rosmiel depende completamente de la atención médica especializada y de medicamentos que, en la mayoría de los casos, llegan desde el exterior.

El pequeño requiere traqueotomía y gastrostomía, y sufre además una lesión estática del sistema nervioso central. Vive con su familia en una sola habitación en condiciones que no son adecuadas para su delicado estado de salud, según denunció su madre, Rosalba Castillo.

La madre, visiblemente agotada tras años de pedir sin éxito apoyo al gobierno cubano, ha alzado nuevamente su voz para pedir ayuda, esta vez con el respaldo de la Fundación Damir, organización que ha visibilizado el caso con el consentimiento explícito de la familia.

“El niño necesita tomar Topiramato (Tab) para su enfermedad, medicamento que solo recibe gracias a nuestras ayudas desde el exterior”, señaló el Dr. Miguel Ángel Ruano Sánchez, en una publicación en redes sociales.

El llamado, dirigido al Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) y al gobierno de la isla, busca que se tomen medidas urgentes para mejorar las condiciones de vida de este niño que representa a miles de casos similares ignorados por el sistema.

La Fundación Damir reafirmó que continuará luchando “por el derecho a la vida de los enfermos y vulnerables en Cuba”, exigiendo que la salud y la dignidad humana no sigan siendo privilegios, sino derechos garantizados.

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