
“Si un solo niño muere por falta de atención, ese sistema ha fracasado”: Médico cubano exiliado lanza carta abierta contra el mito de la ‘potencia médica’
El médico cubano Alexander Jesús Figueredo Izaguirre, exiliado y conocido por su firme postura crítica contra el régimen cubano, ha publicado una carta abierta que remueve conciencias y desmonta el discurso oficial sobre la supuesta “potencia médica” de Cuba. Sin hablar desde la oposición política, sino desde su rol de profesional de la salud, Figueredo lanza un grito urgente y humanitario: la medicina en la isla ha sido secuestrada por la ideología.
“Hoy no hablo como opositor, exiliado o activista. Hablo como médico, como hombre de ciencia, como profesional formado en ese mismo sistema que hoy, con profundo dolor, denuncio”, comienza el texto, que circula en redes sociales y medios alternativos con fuerza.
En su carta, Figueredo no recurre a cifras ni a estadísticas estatales, sino a casos concretos y desgarradores que evidencian el colapso del sistema de salud pública en Cuba. Nombres como el de Jesús Lázaro, Damir Ortiz, Adisleydis, Milan, o los hijos de Eileen Morales, Rosdaine de la Cruz y Xiomara Vázquez, aparecen como símbolos de una tragedia silenciosa: niños enfermos, mal diagnosticados, sin tratamientos adecuados ni recursos básicos, condenados por un sistema que ha priorizado la propaganda sobre la vida humana.
“Cada vez que una madre cubana tiene que implorar por una medicina, una ambulancia o una visa humanitaria para salvar a su hijo, el juramento hipocrático se rompe en mil pedazos”, sentencia el médico.
Figueredo denuncia que muchas madres han tenido que asumir el rol de médicas, fisioterapeutas y psicólogas, enfrentando solas la enfermedad de sus hijos mientras el sistema permanece indiferente. “La medicina no puede ser ideología. No puede ser propaganda. La salud pública tiene que ser ciencia, compasión y compromiso humano, no instrumento político ni vitrina de congresos”, subraya.
Su mensaje también va dirigido a los profesionales que aún trabajan en Cuba: “Tu deber no es con el Partido. Tu deber es con tu paciente”. Y a los ciudadanos que aún defienden el relato oficial sin haberlo vivido en carne propia: “Abre los ojos y los oídos a las madres que ya no pueden callar”.
Con esta carta, Alexander Figueredo no solo denuncia, sino que interpela a una sociedad entera. Porque, como él mismo afirma, “esto sí es político, pero sobre todo, es profundamente humano”.
En medio del dolor de madres que claman por sus hijos y de médicos que luchan entre su conciencia y la represión institucional, la carta del Dr. Figueredo se erige como testimonio y llamado urgente a la acción.







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