Parlamento Europeo denuncia las brigadas médicas cubanas como «esclavitud moderna» en su informe anual de política exterior

En una decisión histórica, el Parlamento Europeo aprobó una enmienda presentada por el eurodiputado español Antonio López-Istúriz White que califica a las brigadas médicas cubanas como una forma de «esclavitud moderna» y «trabajo forzado». La enmienda fue incorporada al informe anual de política exterior y de seguridad común, documento que orienta y condiciona la actuación diplomática de la Unión Europea en el ámbito internacional.

“Por primera vez introducimos en @EP_ForeignAff, en el informe anual que resume y condiciona la política exterior europea, esta denuncia sobre las conocidas ‘brigadas médicas cubanas’”, expresó López-Istúriz a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter).

La enmienda aprobada, identificada como la número 311, no solo reitera la condena del Parlamento Europeo a las violaciones sistemáticas de derechos humanos cometidas por el régimen cubano, sino que subraya específicamente el uso de estas brigadas como un instrumento de represión y explotación laboral. El texto señala que estas misiones médicas, enviadas por La Habana a países de Europa y otras regiones, representan una persecución de derechos fundamentales, libertades y constituyen una forma de esclavitud y trabajo forzado.

Esta inclusión marca un precedente sin igual en la política europea, al colocar la crítica a las brigadas médicas cubanas en un lugar central dentro de su diplomacia internacional.

La fachada humanitaria y la realidad de explotación

Las brigadas médicas cubanas han sido promovidas por el régimen como símbolos de solidaridad internacional. Sin embargo, numerosos informes de ONG, testimonios de médicos desertores y estudios académicos han denunciado que los profesionales cubanos trabajan en condiciones de semiesclavitud: con vigilancia constante, retención de pasaportes, imposibilidad de viajar con sus familias, y recibiendo apenas una fracción de los pagos que los gobiernos extranjeros hacen por sus servicios.

Se estima que el régimen cubano se queda con entre el 75% y el 90% del salario que pagan los países receptores, lo que convierte estas misiones en una de las principales fuentes de ingresos del Estado cubano, a costa de los derechos laborales y humanos de sus propios ciudadanos.

Un compromiso renovado por la libertad

La decisión del Parlamento Europeo refleja una postura cada vez más firme contra las dictaduras de América Latina. En el mismo documento se condena también al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua y al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, destacando sus vínculos con el castrismo y con otras autocracias como Irán.

Antonio López-Istúriz, una de las voces más comprometidas con la causa de la libertad en Cuba, concluyó:

“Seguiremos luchando por la democracia, los derechos humanos y la libertad. Hoy Europa ha dado un paso importante al dejar claro que la explotación disfrazada de ayuda médica no será tolerada”.

Esta resolución es vista por muchos defensores de los derechos humanos como un paso clave hacia la deslegitimación internacional de uno de los pilares propagandísticos del régimen cubano, y un avance en el reconocimiento y defensa de las víctimas de ese sistema.

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