
Preso político del 11J Jorge Martín Perdomo envía carta tras 20 días de silencio: “Estoy vivo y respirando”
Después de 20 días sin noticias, la familia de Jorge Martín Perdomo recibió finalmente una prueba de vida del preso político, quien envió una carta escrita a mano en la que detalla las condiciones de su detención y el hostigamiento que sufre dentro del campamento de trabajo forzado donde se encuentra recluido.
La jornada de sus padres, Marta y Jorge, comenzó temprano en la mañana cuando se dirigieron a la sede provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) con un cartel exigiendo información sobre su hijo. Al llegar, fueron confrontados por agentes de seguridad que les ordenaron borrar un video y les llevaron a una oficina donde se evidenció la preocupación del régimen por la difusión de la denuncia en redes sociales.
Según relató la familia, los oficiales estaban nerviosos y se apresuraron a revisar si las imágenes de los padres circulaban en internet. Al confirmar que la denuncia ya había sido compartida, ordenaron que los padres se trasladaran a la sede de la Seguridad del Estado.
En las oficinas de la Seguridad del Estado, los agentes intentaron calmar a los familiares con excusas habituales, alegando problemas con la línea telefónica de ETECSA, lo que indignó aún más a los padres de Jorge Martín. Su madre dejó claro que no aceptaría más demoras ni engaños y que, si no obtenían una respuesta inmediata, estaba dispuesta a plantarse en plena calle en protesta.
La presión ejercida por la familia parece haber surtido efecto. Al regresar a casa, encontraron una carta escrita apresuradamente por Jorge Martín en un papel arrugado, que alguien logró hacerles llegar de manera clandestina. En la misiva, fechada el 10 de marzo de 2025, el joven relata que ha denunciado las condiciones del lugar ante fiscales y que, como represalia, fue intimidado por el jefe del campamento, quien estuvo a punto de atacarlo con gas pimienta.
“Estoy vivo y respirando, y no tengo ninguna enfermedad”, asegura en la carta. También menciona que se ha quedado sin suministros básicos y que ha dejado de recibir la comida, no como una huelga de hambre formal, sino por sentirse incómodo tras el altercado con las autoridades penitenciarias.
“Honestamente, salí airoso, fue público, delante de todos. Pero le molesta la injusticia”, escribió Jorge Martín, reafirmando su resistencia frente al régimen que lo mantiene tras las rejas.
Las imágenes de la carta y el testimonio de sus padres evidencian el desgaste físico y emocional de la familia, que sigue luchando incansablemente por la libertad de sus hijos. La madre de Jorge Martín, visiblemente afectada, refleja la fortaleza y determinación que ha caracterizado a tantas familias de presos políticos en Cuba.
Esta actualización refuerza la urgente necesidad de continuar denunciando la situación de los prisioneros del 11J y la represión constante a la que son sometidos. La familia ha reiterado su exigencia: quieren escuchar la voz de su hijo y que el mundo sepa lo que sucede dentro de las cárceles cubanas.







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