
Desagües en barrios de Camagüey: criaderos de mosquitos, enfermedades y abandono oficial
En la calle Palomino, entre la Carretera Central y el barrio La Mascota, detrás de los edificios de Planta Mecánica, los residentes llevan años denunciando un problema de salubridad sin recibir respuesta de las autoridades. Un desagüe que ha permanecido sin atención durante largo tiempo ha convertido la zona en un foco de mosquitos, enfermedades y suciedad, afectando la calidad de vida de quienes habitan en el área.
Las imágenes evidencian el deterioro del lugar: aguas estancadas, charcos putrefactos y acumulaciones de piedras que los propios vecinos han colocado en un intento desesperado por mejorar la situación. Sin embargo, sus esfuerzos han sido en vano.
Años de quejas ignoradas
Según testimonios de los residentes, se han presentado múltiples quejas ante diferentes organismos estatales, pero la situación sigue sin resolverse. “Llevamos años reclamando, pero nadie hace nada”, comenta un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
El estancamiento del agua y la acumulación de residuos han convertido este punto en un criadero ideal para mosquitos, incrementando el riesgo de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. A esto se suman los problemas de insalubridad, malos olores y dificultades para transitar la vía en época de lluvias.
Un problema de salud pública
La inacción del régimen cubano en cuanto a problemas de infraestructura básica y saneamiento no es nueva. Mientras la propaganda oficial asegura que el sistema de salud está enfocado en la prevención, la realidad en barrios como este demuestra lo contrario. Los camagüeyanos están expuestos a riesgos sanitarios diarios debido a la falta de mantenimiento de calles, drenajes y alcantarillado.
El problema de los desagües en barrios de Camagüey es solo un reflejo más del abandono sistemático que sufren las comunidades. Sin respuestas claras de las autoridades y con una crisis económica cada vez más profunda, los residentes de la calle Palomino continúan luchando en el olvido, expuestos a enfermedades y a la indiferencia del Estado.







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