
El pequeño Geobel Damir Ortiz Ramírez está en peligro debido a la falta de medidas adecuadas de protección en el Instituto de Hematología de Cuba.
La vida de Geobel Damir Ortiz Ramírez, un niño inmunodeprimido, está en riesgo debido a la negligencia del sistema de salud cubano. A pesar de su delicado estado, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) no ha implementado el aislamiento inverso, un protocolo esencial para evitar infecciones en pacientes con defensas extremadamente bajas.
El aislamiento inverso es un procedimiento médico crucial para proteger a personas inmunocomprometidas de infecciones transportadas por el personal de salud, visitantes y el ambiente hospitalario. Se requiere una habitación especial, control riguroso de la vestimenta del personal y filtros de aire que impidan la entrada de microorganismos que podrían agravar la condición del paciente. Sin embargo, en el Instituto de Hematología de Cuba estas medidas son inexistentes.
Un ambiente hospitalario que facilita infecciones, en lugar de prevenirlas
Según denuncias del Gremio Médico Cubano Libre, el hospital donde Damir recibe atención médica incumple las normas mínimas de seguridad. Los médicos y el personal de limpieza no llevan ropa adecuada, solo tapabocas convencionales y batas de tela que no ofrecen protección antifluidos. Tampoco se usan monos de bioseguridad (EPI) ni botas de aislamiento, medidas esenciales para evitar la transmisión de microorganismos.
El riesgo es aún mayor porque el personal de salud, incluyendo funcionarios del MINSAP que visitan el área, entran y salen sin tomar precauciones adecuadas. Incluso la señora de limpieza pasa de un área a otra con un trapeador, sin guantes ni protección, facilitando la reinfección del niño.
Un sistema de salud que no protege a sus pacientes más vulnerables
El Instituto de Hematología tampoco cuenta con un sistema de filtrado de aire, lo que permite la circulación de patógenos en el ambiente hospitalario. Este descuido pone en peligro constante a Damir y a otros pacientes inmunodeprimidos, quienes podrían desarrollar complicaciones fatales.
Los expertos han advertido que la negligencia en la aplicación del aislamiento inverso es una condena a muerte para pacientes con defensas comprometidas. En cualquier hospital del mundo, los estándares médicos incluyen cuartos de aislamiento con presión positiva o negativa, equipos de bioseguridad adecuados y un protocolo riguroso para el personal de salud. Sin embargo, en Cuba, estas medidas básicas brillan por su ausencia.
Un llamado urgente: “Después no vengan con que el niño se complicó”
La denuncia del Gremio Médico Cubano Libre es clara: el gobierno y el sistema de salud cubano deben dejar de justificar la precariedad con excusas políticas y actuar de inmediato para salvar la vida de Damir.
La comunidad médica y la sociedad civil exigen al MINSAP que cumpla con los protocolos internacionales de atención a pacientes inmunodeprimidos. Si Damir sufre complicaciones graves, será responsabilidad directa de las autoridades de salud cubanas, quienes han ignorado las advertencias y las evidencias científicas.
El mundo debe conocer lo que está ocurriendo. La vida de un niño no puede depender de la desidia de un sistema que, lejos de cuidar, abandona a sus pacientes más frágiles.







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