Alejandro Garlobo sitiado en su casa por la Seguridad del Estado tras convocatoria de Yamilka Lafita para pedir visa humanitaria para Damir Ortiz

El ex preso político Alejandro Garlobo denunció este miércoles que se encuentra sitiado en su domicilio por agentes de la Seguridad del Estado, a quienes le informó que tiene «restricción de movimiento». La medida se produce luego de que la activista Yamilka Lafita convocara a los cubanos a acudir a la Embajada de Estados Unidos en La Habana para suplicar por una visa humanitaria para el niño Damir Ortiz.

“Según estos represores, dicen que no puedo salir de mi casa, que tengo restricción de movimiento. Llamé a mi abogada y ella me dice que en ningún momento le han informado nada al respecto”, declaró Garlobo en un mensaje divulgado en redes sociales.

El opositor, quien ha sido víctima de múltiples detenciones arbitrarias y hostigamiento por parte del régimen cubano, expresó su indignación ante la absurda prohibición impuesta por los agentes de la Seguridad del Estado. “¿Y si mi hija se enferma, que Dios no quiera, tú piensas que no voy a salir? ¡Ya me joden ya, de verdad!”, exclamó, dejando en evidencia la represión a la que se somete.

El cerco contra Garlobo forma parte de la escalada represiva que el régimen ha desplegado contra activistas, opositores y periodistas independientes en Cuba. La convocatoria de Lafita a favor de Damir Ortiz, un niño cubano que necesita salir urgentemente del país por razones de salud, ha sido vista como una acción que el régimen intenta impedir mediante el uso del aparato represivo.

Hasta el momento, no ha habido una comunicación oficial sobre la supuesta «restricción de movimiento» que las autoridades han impuesto a Garlobo. Su denuncia refleja el constante asedio que enfrentan los disidentes en la isla, donde el derecho a la libre circulación es coartado arbitrariamente por la dictadura.

Mientras tanto, la desesperación de la familia de Damir Ortiz y el llamado de Yamilka Lafita (Lara Crofs) ponen en el centro del debate la crisis humanitaria que atraviesan muchos cubanos, quienes ven en la Embajada de Estados Unidos la última esperanza para salvar sus vidas y las de sus seres queridos.