
El caso de Damir Ortiz: la historia del niño cubano enfermo que llegó a España y genera presión internacional
El drama del niño cubano Damir Ortiz ha trascendido las fronteras de la isla y ha llegado a España gracias a un reportaje publicado por el prestigioso diario El País. La historia de este menor de 10 años, diagnosticado con neurofibromatosis plexiforme tipo 1, ha puesto en evidencia cómo la burocracia del régimen cubano y las tensiones políticas con Estados Unidos pueden convertirse en una barrera mortal para quienes necesitan atención médica urgente.
Una historia que cruza el Atlántico
La situación de Damir ha sido expuesta a nivel internacional gracias a este reportaje, que detalla cómo la vida del niño depende de una carta del Ministerio de Salud Pública de Cuba y de una visa estadounidense para recibir tratamiento en el Nicklaus Children’s Hospital de Miami. Su madre, Eliannis Ramírez, ha hecho todo lo posible por obtener el documento que certifique que en la isla no existen los recursos necesarios para tratar su enfermedad, pero las autoridades insisten en que pueden atenderlo, negándole así la posibilidad de viajar.
La publicación del caso ha sido clave para visibilizar la urgencia de la situación y generar presión internacional sobre un sistema que, una vez más, prioriza sus intereses políticos por encima del bienestar de sus ciudadanos.
La burocracia como obstáculo mortal
En Cuba, la salida de pacientes para recibir tratamiento en el extranjero está condicionada a la aprobación del gobierno. Sin la certificación oficial que demuestre la falta de recursos médicos en la isla, la Embajada de Estados Unidos en La Habana no puede otorgar la visa médica necesaria. Esta barrera burocrática ha dejado a Damir atrapado en un limbo, mientras su estado de salud sigue empeorando.
No es la primera vez que el régimen se niega a reconocer sus limitaciones y retiene a pacientes sin acceso a los tratamientos adecuados. La propaganda insiste en que la isla cuenta con un sistema de salud eficiente, pero la realidad es otra: hospitales sin insumos, médicos en condiciones precarias y una alarmante falta de medicamentos y tecnologías avanzadas.
La presión internacional, la única esperanza
El eco que ha tomado esta historia en la prensa extranjera ha logrado despertar la indignación y la solidaridad de muchas personas. La esperanza de la familia de Damir es que la exposición mediática logre ejercer la presión necesaria para que las autoridades cubanas emitan la documentación requerida y el niño pueda viajar a Estados Unidos para recibir tratamiento.
Mientras tanto, Eliannis Ramírez sigue su lucha, consciente de que cada día sin respuestas es un día menos en la batalla de su hijo contra la enfermedad. La gran interrogante sigue en el aire: ¿permitirá el régimen cubano que Damir tenga una oportunidad real de luchar por su vida o seguirá condenándolo a la espera?







Deja un comentario