
Denuncia en redes logra evacuación de turista canadiense accidentada en Cuba, mientras niño cubano sigue esperando atención médica
En un nuevo caso que expone las deficiencias del sistema de salud cubano, la turista canadiense Sylvie Beauchesne, quien sufrió una fractura de cadera tras resbalar en una piscina de un hotel en Guardalavaca, Holguín, logró ser trasladada de emergencia a su país luego de que sus hijas denunciaran en redes sociales las precarias condiciones del Hospital “Lenin” de Holguín, donde inicialmente fue atendida.
Las publicaciones de sus familiares en plataformas digitales, así como la cobertura de medios independientes como La Tijera y diversas agencias internacionales, especialmente en Canadá, presionaron al régimen cubano para que facilitara su evacuación. Finalmente, Beauchesne fue trasladada en un avión ambulancia a su país, donde ahora recibe el tratamiento adecuado.
Un trato desigual según la nacionalidad
Este incidente vuelve a poner en evidencia la brecha en el acceso a la salud en Cuba, donde los extranjeros reciben un trato diferenciado respecto a los ciudadanos cubanos. Mientras la turista canadiense fue rápidamente trasladada tras la indignación mediática, casos como el del niño cubano Damir Ortiz demuestran que los nacionales no tienen la misma suerte.
Damir, quien padece una enfermedad grave, sigue esperando por un permiso oficial que le permita acceder a un tratamiento alternativo en el extranjero, después de que los médicos cubanos lo desahuciaran. A diferencia de Beauchesne, su caso no ha generado la misma reacción por parte de las autoridades, quienes suelen priorizar la atención médica para turistas por encima de sus propios ciudadanos.
El régimen intenta justificar su proceder
Ante la ola de críticas, el gobierno cubano ha intentado justificar su actuación en el caso de la turista, argumentando razones burocráticas para los retrasos iniciales. Sin embargo, activistas y periodistas independientes han señalado que no es un caso aislado y que la rapidez con la que resolvieron la situación solo se debió a la presión internacional.
En Cuba, los hospitales destinados a la atención de ciudadanos locales enfrentan constantes carencias de insumos, medicamentos y personal, mientras que las clínicas especializadas en turismo médico gozan de mejores condiciones. Esta situación ha generado indignación en la población, que se siente relegada en su propio país.
La salud en Cuba: un privilegio para algunos
El caso de Sylvie Beauchesne no solo pone en entredicho la calidad de la atención médica en Cuba, sino que también subraya las prioridades del régimen en cuanto a la asignación de recursos. Mientras turistas extranjeros pueden recibir atención preferencial y rápida, los cubanos deben luchar contra un sistema burocrático que, en muchos casos, les niega la posibilidad de salvar sus vidas.
Por ahora, el niño Damir Ortiz y su familia continúan esperando una respuesta de las autoridades. Su caso se ha convertido en un símbolo de la desigualdad que impera en el sistema de salud cubano, donde la nacionalidad puede ser la diferencia entre recibir atención o quedar en el abandono.







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