En un desgarrador relato enviado a la redacción de ClickCuba , una familia de Puerto Padre, Las Tunas, ha levantado una denuncia pública contra el sistema de salud cubano, acusando al Hospital General Docente Guillermo Domínguez de negligencia y mal manejo del caso médico que resultó en la muerte de Ermen Rafaela Aguilera Cudina, una anciana de 74 años. La denuncia está dirigida tanto a la Dirección del centro como al servicio de Cirugía, señalando una serie de errores que, según la familia, contribuyeron al fallecimiento de la paciente.
El comienzo de la tragedia
Ermen Rafaela fue ingresada el 24 de agosto del presente año tras presentar un cuadro clínico que fue diagnosticado como «Síndrome Pilórico». Durante su hospitalización, se le realizó un vaciado gástrico y se le prescribió un tratamiento con Omeprazol y Metoclopramida, además de la suspensión de la ingesta de alimentos por vía oral. Sin embargo, tras una vez días en el hospital, la paciente fue dada de alta, según relata su hija, sin haber recibido una intervención médica adecuada. A esto se sumaba la falta de instrumental necesario para realizar una endoscopia, examen crucial para determinar la causa de la obstrucción estomacal.
«Me pidieron un número de teléfono para llamarme cuando estuviera funcionando el endoscopio», comentó la hija de la fallecida, visiblemente afectada. Sin embargo, ese llamado nunca llegó. Después de 19 días de espera y sin recibir alimentos, la anciana fue nuevamente ingresada en el hospital el 24 de septiembre, en estado grave de deshidratación y debilidad.
Demoras en la cirugía
A pesar de las reiteradas solicitudes de la familia para que se realizara una cirugía de urgencia que permitiera alimentarla y estabilizarla, la operación no tuvo lugar hasta el 5 de octubre, cuando Ermen Rafaela ya había perdido más de 70 libras debido a la prolongada falta de nutrientes. “Mi madre llevaba más de 60 días sin alimentarse cuando decidió operar”, señaló el hijo.
El procedimiento quirúrgico finalmente se realizó, pero las complicaciones ya eran demasiado graves. Ermen Rafaela sufrió un paro tras la cirugía y fue llevado de emergencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde, según la denuncia, su salud se fue deteriorando hasta su fallecimiento el 10 de octubre a la 1:50 de la madrugada.
Acusaciones de negligencia
La familia acusa al hospital de negligencia, demora injustificada en los procedimientos quirúrgicos y una falta total de atención médica adecuada. En su testimonio, la hija señala que incluso llegó a firmar una carta de consentimiento para llevarse a su madre a casa, después de que los médicos se negaran a realizar el procedimiento quirúrgico necesario para salvarle la vida.
“Ellos querían que me la llevara a casa para que muriera allí. Se negaron a hacer la cirugía a tiempo, y cuando lo hicieron, ya era demasiado tarde. Mi madre murió por culpa de su negligencia”, asegura la hija de la fallecida.
El documento que la familia adjunta a su denuncia es un formulario de consentimiento informado, firmado por la hija de Ermen Rafaela el 26 de septiembre, en el cual ella autoriza a los médicos a proceder con la cirugía. Este documento demuestra la desesperación de la familia ante la falta de acción por parte del médico personal.
Un llamado a la justicia
La familia Aguilera ha hecho un llamado urgente para que se investigue el caso y se haga justicia. Consideran que el fallecimiento de Ermen Rafaela fue evitable y que la responsabilidad recae directamente sobre el hospital, cuya inacción y falta de recursos adecuados provocaron la muerte de la anciana.
El sistema de salud cubano, que en otros tiempos fue considerado un ejemplo a nivel internacional, hoy enfrenta críticas por la falta de insumos, demoras en los tratamientos y negligencias que están cobrando vidas. Este trágico caso es un testimonio más de la crisis que atraviesa la isla y la desesperación de sus ciudadanos por recibir una atención médica digna.







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