Mirta Díaz-Balart Gutiérrez, primera esposa del líder revolucionario cubano Fidel Castro y madre de su hijo mayor, falleció este sábado a los 95 años. La noticia fue anunciada en Twitter por su nieto, Fidel Antonio Castro Smirnov, quien expresó: «Rodeada de mucho amor, partió mi querida abuela Mirta Díaz-Balart Gutiérrez. Se nos va una gran mujer. Su final no es la muerte. Permanecerán eternos su especial cariño, lealtad y extraordinaria historia. Seguirá siendo la forma más concreta y amable de lo hermoso».

Mirta Díaz-Balart nació en La Habana el 30 de septiembre de 1928, hija de un acaudalado político cubano. Estudiaba Filosofía en la Universidad de La Habana cuando conoció a Fidel Castro, estudiante de Derecho y dirigente estudiantil. Se casaron en 1948, a pesar de la oposición de la familia de Mirta, que no obstante financió la boda. Su luna de miel transcurrió en Miami y Nueva York.

En 1949 nació su único hijo, Fidel Castro Díaz-Balart, conocido como «Fidelito». La pareja se divorció en 1955, mientras Fidel estaba exiliado en México, y Mirta se quedó con la custodia de su hijo. En 1956, Mirta se casó con Emilio Núñez Blanco, abogado y miembro de una familia leal a Fulgencio Batista, con quien tuvo dos hijas, Mirta y América Silvia.

Un reportaje del diario español El Mundo en 2016 revela que Fidel Castro, al enterarse del segundo matrimonio de Mirta, hizo que su hijo fuera enviado a México con la excusa de despedirse de él, pero lo retuvo por la fuerza. Finalmente, Fidelito fue rescatado por su abuelo, Emilio Núñez Portuondo.

Después del triunfo de la revolución, en 1968, Mirta y su esposo se mudaron definitivamente a España, mientras Fidelito fue enviado a estudiar a la Unión Soviética. Emilio Núñez Blanco, un feroz opositor del régimen castrista, colaboró en varios periódicos de Miami. Mirta, por su parte, mantuvo un perfil discreto y nunca habló públicamente sobre su pasado ni sobre su relación con Fidel.

En Madrid, Mirta vivió cerca de sus hermanos, Waldo y Rafael Díaz-Balart. Este último fue un exfuncionario del gobierno de Batista y padre de los congresistas republicanos Lincoln y Mario Díaz-Balart. Según un artículo de El Nuevo Herald en 2020, Mirta mantenía una relación cercana con sus sobrinos.

Fidelito y su madre siempre mantuvieron una relación estrecha. Él la visitaba en Madrid y ella realizó visitas ocasionales a La Habana, organizadas por Raúl Castro. En 2006, Mirta se encontraba en La Habana cuando se anunció que Fidel Castro cedía el poder a su hermano Raúl debido a su enfermedad. Durante esa estancia, falleció su esposo en Madrid.

En 2008, Mirta visitó nuevamente Cuba para acompañar a su hijo en la inauguración de un evento científico, ocasión en la que posaron juntos ante las cámaras por primera vez en décadas.

Mirta Díaz-Balart fue la única mujer con la que Fidel Castro se casó por la Iglesia. Tras la muerte de Fidel en 2016, Mirta declaró: «He sentido pena por su muerte, aunque esa historia ocurrió hace más de 60 años. Estos días he rezado por su alma, yo soy cristiana». También recordó su matrimonio con Fidel como «una etapa muy bonita de mi juventud» y afirmó que nunca le deseó el mal.

La historia de Mirta Díaz-Balart refleja la complejidad de las relaciones personales y políticas en el contexto de la Revolución Cubana, así como su propia resiliencia y discreción a lo largo de su vida.

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