Broward, Florida. La jueza cubana Melody González Pedraza, actualmente detenida en el centro de la Policía de Inmigración en Broward, Florida, ha causado revuelo al ofrecer su versión de los hechos a Diario de Cuba. González Pedraza, quien espera una audiencia de asilo político, negó haber participado voluntariamente en las condenas por las manifestaciones del 11 de julio de 2021 y afirmó haber sido presionada para condenar a cuatro jóvenes villaclareños por motivos políticos.

En sus declaraciones, González Pedraza aseguró que fue coaccionada para condenar a Adain Barreiro Pérez a tres años de prisión, afirmando que recibió amenazas contra su hermano si no lo hacía. Sin embargo, la familia de Barreiro Pérez ha señalado a Martí Noticias que este fue torturado para obtener una confesión de culpabilidad, y que la jueza ignoró este hecho durante el juicio.

Los otros tres jóvenes condenados, Andy Gabriel González Fuentes, Eddy Daniel Rodríguez Pérez y Luis Ernesto Medina Pedraza, recibieron penas de cuatro años por el delito de atentado. Sus familiares, que sostienen su inocencia, han apelado las sentencias tras la salida de González Pedraza de Cuba.

Las declaraciones de González Pedraza han sido recibidas con escepticismo y desconfianza por parte de muchos, que la acusan de complicidad con el régimen cubano. “La jueza es una descarada que, por su culpa, ahora muchos jóvenes están tras las rejas. Es cómplice del castrismo”, expresó un usuario de Facebook.

Cuba ha sido señalada repetidamente por organizaciones internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por no ofrecer garantías necesarias para el debido proceso. González Pedraza relata que fue presionada por altos funcionarios del Tribunal Provincial y la Seguridad del Estado para validar las pruebas de la Fiscalía y desestimar las de la defensa.

La jueza también aseguró que fue visitada por dos oficiales de la Seguridad del Estado, Yoandry Cárdenas y Osmany Castellanos, quienes la presionaron para que sancionara a los jóvenes. A pesar de las amenazas, González Pedraza afirma que impuso penas menores a las solicitadas por el fiscal.

Después de recibir un parole humanitario para viajar a Estados Unidos, González Pedraza abandonó Cuba y solicitó asilo político en el Aeropuerto Internacional de Tampa el 30 de mayo. Actualmente, se encuentra en el Broward Transitional Center y tiene una audiencia de asilo programada para el 31 de julio.

“Decido hablar en este momento porque ya no tengo qué perder, porque ya no tengo miedo. Mi único temor hoy es regresar a Cuba”, declaró González Pedraza. Su testimonio, sin embargo, ha sido cuestionado por aquellos que la consideran responsable de las injusticias cometidas bajo el régimen cubano.

Su futuro depende ahora de la decisión de las autoridades migratorias estadounidenses quienes deberían deportarla para Cuba por su historial represivo.