Río Cauto, Granma – La calidad del pan en el municipio de Río Cauto se ha convertido en una preocupación constante para sus habitantes, quienes denuncian la pésima calidad del producto que consumen diariamente. Las causas de esta situación apuntan directamente al férreo control que la dictadura mantiene sobre las panaderías, generando ineficiencias y carencias en el suministro de este alimento básico.

La harina suministrada por el Estado es de mala calidad, lo que afecta notablemente el resultado final del pan. A esto se suma la escasez de aceite para preparar la masa y, en ocasiones, la ausencia total de levadura, ingredientes esenciales para la elaboración de un pan decente. La falta de utensilios adecuados en las panaderías agrava aún más la situación, impidiendo a los panaderos realizar su trabajo de manera eficiente.

Foto compartida por un residente de Río Cauto

Por si fuera poco, los precios del pan son desorbitantes. Con los salarios miserables que percibe la población, resulta cada vez más difícil costearse un pedazo de pan todos los días. Esta combinación de alta demanda y baja oferta, sumada a la pésima calidad del producto, crea un ambiente de descontento y frustración entre los residentes de Río Cauto.

La situación del pan en este municipio no es un caso aislado, sino un reflejo de los problemas estructurales que enfrenta el país bajo un sistema de control estatal que falla en satisfacer las necesidades básicas de la población. La ineficiencia del Estado en la gestión de las panaderías y el control de los suministros pone de manifiesto la urgente necesidad de reformas que permitan a los ciudadanos acceder a productos de calidad a precios razonables.

Mientras tanto, los habitantes de Río Cauto continúan enfrentándose a la dura realidad de no poder contar con pan de buena calidad en sus mesas, un derecho fundamental que parece cada vez más lejano bajo las actuales condiciones.

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