El Banco Central anuncia más CADECA para vender divisas y desata una ola de críticas ciudadanas

El Banco Central de Cuba informó la incorporación de veinte nuevas sucursales de CADECA al servicio de venta de divisas a la población, una medida que, según la nota oficial, responde a un “análisis riguroso” del funcionamiento del mercado cambiario y a la necesidad de ampliar la cobertura de estas operaciones en el país.

De acuerdo con la comunicación difundida por páginas oficialistas, a partir del 29 de diciembre se habilita el acceso a la compra de divisas mediante la opción Mi Turno en la aplicación Transfermóvil, mientras que desde el 30 de diciembre el servicio comenzaría a operar en las oficinas de CADECA habilitadas en todas las provincias. El BCC sostiene que la ampliación forma parte del proceso de fortalecimiento del sistema financiero y de la mejora gradual de los servicios bancarios.

Sin embargo, lejos de generar alivio o confianza, el anuncio provocó una reacción mayoritariamente crítica entre los usuarios en redes sociales, quienes cuestionaron tanto el precio de venta de las divisas como los largos períodos de espera acumulados en el sistema de turnos.

Uno de los reclamos más reiterados tiene que ver con el cambio de la tasa. Varios ciudadanos denunciaron que, tras más de un año esperando turno para comprar dólares a una tasa cercana a los 120 pesos, cuando finalmente fueron llamados se encontraron con precios superiores a los 400 pesos por dólar. Para muchos, esta modificación de las condiciones en medio de la espera constituye una falta de respeto y una práctica injusta.

“Después de más de un año en el sistema, cuando llega el turno te dicen que es a 433. Eso no cumple ningún objetivo”, escribió una usuaria, quien calificó el proceso como una “fachada” y aseguró que, en esas condiciones, resulta más sencillo y rápido acudir al mercado informal.

Otros comentarios apuntaron a la ineficacia del modelo para competir con el mercado callejero de divisas. Varios internautas cuestionaron si realmente se pretende reducir el mercado informal cuando el acceso institucional implica meses o incluso años de espera, además de gastos adicionales en transporte debido a la limitada cantidad de oficinas habilitadas, especialmente fuera de los centros urbanos.

La centralización de las nuevas sucursales también fue motivo de críticas. Usuarios señalaron que, como ocurre con frecuencia, la mayor concentración de CADECA se encuentra en zonas céntricas de La Habana, mientras la periferia y otras provincias continúan con un acceso limitado, lo que incrementa las desigualdades territoriales.

A estas inconformidades se sumó el malestar de personas que aseguran llevar más de un año inscritas en Mi Turno sin haber sido llamadas nunca, incluso cuando la tasa era significativamente menor. “Nunca hubo dólares para comprar”, resumió otro comentario, reflejando la desconfianza generalizada hacia la disponibilidad real de divisas en el sistema oficial.

Aunque el BCC defiende la medida como parte de una estrategia gradual y planificada, las reacciones ciudadanas evidencian una profunda desconexión entre el discurso institucional y la experiencia cotidiana de la población. Para muchos cubanos, la ampliación de CADECA no resuelve el problema de fondo, marcado por la escasez de divisas, la falta de transparencia en los criterios de asignación y un sistema que, según perciben, termina trasladando el costo de sus fallas a los ciudadanos.

Lejos de disipar las tensiones en el mercado cambiario, el anuncio ha reavivado el descontento y la sensación de incertidumbre, en un contexto económico donde el acceso a las divisas sigue siendo una necesidad básica para la supervivencia diaria.

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