Sacerdote católico y voz ética frente a la crisis cubana

El Padre Alberto Reyes Pías es un sacerdote católico de la Arquidiócesis de Camagüey y una de las voces morales más escuchadas dentro de Cuba en los últimos años. Nacido en Camagüey en 1967, su trayectoria combina formación académica, vocación pastoral y una presencia pública marcada por la denuncia ética de la realidad que vive el país.

Antes de ingresar al seminario, cursó estudios de Medicina en Cuba y posteriormente se formó en Psicología Clínica en Madrid, conocimientos que han influido de manera notable en la profundidad humana y social de sus reflexiones. Actualmente ejerce como párroco en el municipio de Esmeralda, desde donde ha acompañado de cerca a comunidades golpeadas por la pobreza, la escasez y el deterioro de los servicios básicos.

En los últimos años, el Padre Alberto Reyes ha adquirido notoriedad por sus reflexiones públicas sobre la crisis social, económica y política, en las que aborda temas como el miedo impuesto, la pérdida de la dignidad ciudadana, la falta de libertades y el agotamiento moral de la sociedad cubana. Sus textos, difundidos ampliamente en redes y medios independientes, han conectado con miles de cubanos dentro y fuera del país.

Su postura crítica no ha estado exenta de consecuencias. Ha denunciado limitaciones a la libertad religiosa, presiones institucionales y restricciones a iniciativas pastorales. En 2024, una acción simbólica —el toque de campanas en protesta pacífica por los apagones y la falta de derechos— fue interrumpida tras presiones externas, evidenciando los márgenes estrechos en los que se mueve la Iglesia cuando su mensaje incomoda al poder.

Sin recurrir al activismo político tradicional, el Padre Alberto Reyes se ha mantenido firme en una línea ética y pastoral, insistiendo en la responsabilidad individual, la conciencia cívica y la necesidad de romper el silencio impuesto. Para muchos lectores de ClickCuba, representa una voz que, desde dentro del país, ha decidido no callar y acompañar al pueblo desde la verdad, aun cuando eso implique riesgos personales.