
Marxlenin Valdés defiende Cuadrando la Caja tras el rechazo ciudadano a declaraciones sobre la alimentación en Cuba
La presentadora del programa televisivo Cuadrando la Caja, Marxlenin Valdés, salió al paso de las críticas generadas en redes sociales tras la emisión dedicada a la “Producción de alimentos en Cuba”, luego de que uno de los invitados realizara declaraciones que provocaron un fuerte rechazo entre los cubanos.
En una publicación difundida en Facebook, Valdés compartió el enlace al programa completo y recomendó a los usuarios “verlo íntegramente antes de hacerse un juicio”. En su mensaje, cuestionó a quienes han criticado fragmentos específicos del espacio, asegurando que se trata de opiniones “descontextualizadas” y editadas con intención. También defendió que la diversidad de criterios es válida y que el objetivo del programa es generar debate, no consenso.
La reacción ciudadana, sin embargo, apunta en otra dirección. Para numerosos usuarios, el problema no radica en la edición de fragmentos, sino en el contenido mismo de las declaraciones emitidas en el estudio. El comentario más cuestionado del invitado, relacionado con los hábitos alimentarios de los cubanos y la posibilidad de “cambiar tradiciones” en medio de la escasez, fue percibido como una expresión de desconexión con la realidad cotidiana del país.
En redes sociales, muchos cubanos recordaron que la discusión no ocurre en un plano teórico. Señalaron que hablar de modificar hábitos alimentarios resulta ofensivo en un contexto marcado por apagones prolongados, inflación, salarios insuficientes y una crisis alimentaria que limita incluso el acceso a productos básicos. “No es un problema cultural, es de supervivencia”, escribieron varios usuarios en respuesta al programa y a la publicación de la presentadora.
Lejos de calmar los ánimos, el mensaje de Marxlenin Valdés avivó el debate. Parte de la audiencia cuestionó el tono empleado para referirse a los críticos y consideró que responsabilizar a los ciudadanos por “no entender” el contenido del programa ignora el malestar social acumulado. Para estos sectores, el rechazo no es producto de la manipulación, sino del cansancio frente a discursos oficiales que minimizan la gravedad de la situación alimentaria.
Cuadrando la Caja se presenta como un espacio de análisis económico, pero este episodio vuelve a evidenciar la brecha entre el discurso que se emite desde la televisión estatal y la experiencia real de millones de cubanos. La defensa pública del programa por parte de su presentadora confirma que la audiencia ya no solo cuestiona las políticas, sino también la narrativa con la que se intenta explicarlas.
Mientras tanto, el debate continúa en redes sociales, donde muchos insisten en que no necesitan ver el programa completo para reconocer una realidad que viven cada día, frente a una mesa cada vez más vacía.






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