Marta Perdomo denuncia nuevas presiones contra sus hijos presos del 11J y alerta sobre su estado de salud

La madre de los presos políticos del 11 de julio, Jorge y Nadir Perdomo, Marta Perdomo, realizó una directa en redes sociales en la que ofreció un testimonio cargado de preocupación, fe y denuncia. En medio de apagones y con visibles dificultades técnicas, Perdomo decidió hablar públicamente para aclarar señalamientos recientes, exponer la situación de salud de sus hijos y advertir sobre lo que considera nuevas presiones y riesgos dentro del sistema penitenciario.

Desde el inicio, la madre agradeció estar con vida y sostuvo que, pese a todas las violaciones y dificultades, sus hijos “están vivos y respirando”, algo que definió como esencial tras más de cuatro años de encarcelamiento. Explicó que su ausencia prolongada de las redes se debió a problemas de salud personales, pero aseguró que decidió reaparecer al considerar necesario pronunciarse ante hechos recientes.

Uno de los puntos centrales de su intervención fue el estado de salud de Nadir Perdomo. Relató que durante una visita reciente su hijo le informó haber sufrido un fuerte dolor días antes, episodio en el que tuvo que ser auxiliado por otros reclusos ante la falta de atención adecuada. Según explicó, Nadir no recibe una alimentación acorde a su condición médica ni dispone de agua hervida para el consumo diario, a pesar de existir un diagnóstico que lo declara no compatible con el régimen penitenciario. Aunque las autoridades habrían prometido una dieta especial, Perdomo afirmó que esta no se cumple por falta de recursos en la prisión.

En cuanto a Jorge Perdomo, conocido como Jorgito, la madre mostró especial inquietud. Denunció que se le está atribuyendo a su hijo la autoría de una denuncia reciente sobre lo que ocurre en el campamento de Ho Chi Minh, algo que negó categóricamente. Aseguró que ni ella ni su hijo han realizado esa denuncia específica y subrayó que cada vez que ha denunciado violaciones lo ha hecho “de frente”, públicamente y asumiendo las consecuencias.

Perdomo advirtió que estas acusaciones internas están generando presión sobre su hijo y podrían ser utilizadas para provocarle un nuevo delito. Por ello, hizo responsables a las autoridades penitenciarias de cualquier situación que pueda afectar su integridad. También denunció restricciones en las llamadas telefónicas, indicando que se pretende imponer la presencia de un guardia durante las conversaciones familiares, lo que calificó como una violación a la privacidad sin justificación alguna.

La madre de los jóvenes presos recordó que muchas de las denuncias que sí ha hecho públicamente, las condiciones del teatro, las llamadas y otros abusos, solo logran soluciones temporales. Según explicó, tras breves mejoras, las violaciones se repiten, dejándole como única alternativa volver a las redes sociales para visibilizar lo ocurrido.

En otro momento de la directa, Perdomo denunció un hecho que calificó de intimidatorio. Contó que una persona se presentó en su vivienda afirmando que pretendían robar un cuadro colocado en su casa, el cual exige la libertad de Jorge y Nadir. Aseguró que ese mensaje no proviene del pueblo de San José de las Lajas, sino que considera que se trata de una acción inducida para silenciar una expresión pacífica que, según dijo, “no dice nada malo, solo la verdad”.

La intervención estuvo marcada también por una profunda carga emocional al coincidir con el Día del Maestro. Marta Perdomo recordó que sus hijos, ambos educadores, deberían estar impartiendo clases, como lo hicieron durante años, formando a estudiantes que hoy son profesionales. En contraste, señaló con dolor que el antiguo preuniversitario Ho Chi Minh, donde se formaban jóvenes con aspiraciones académicas, fue convertido en una prisión, símbolo de lo que describió como una grave degradación del sistema educativo en el país.

Hacia el final, reiteró que asume y enfrenta lo que ha dicho y denunciado, pero rechazó que se le atribuyan acciones que no ha realizado. Concluyó su mensaje reafirmando su fe y expresando la esperanza de que el nuevo año traiga la libertad de sus hijos. “Pensar diferente no es delito”, afirmó, antes de pedir que dejen a su familia en paz y desear bendiciones para quienes la escucharon.

La directa de Marta Perdomo vuelve a poner en el centro la situación de los presos políticos del 11J y las denuncias persistentes sobre las condiciones carcelarias, la salud de los reclusos y la presión ejercida contra sus familiares, en un contexto donde la protesta cívica y la denuncia pública continúan siendo castigadas.

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