
Jenny Pantoja relata su detención y denuncia trato inhumano
La antropóloga y activista cubana Jenny Pantoja Torres ofreció un testimonio detallado sobre su detención ocurrida ayer, jueves 18 de diciembre, en el Parque Central de La Habana, mientras ejercía su derecho a manifestarse pacíficamente como parte de la iniciativa cívica que, cada día 18 desde 2023, reclama libertades fundamentales en Cuba.
Pantoja explicó que los reclamos de esta acción cívica son los mismos que se sostienen desde hace más de un año, a los que en esta ocasión se sumó la exigencia de libertad para Alina Bárbara López Hernández, Jorge Fernández Era y Lili Borroto, detenidos previamente en Matanzas. Subrayó que su manifestación fue pacífica y que incluso los propios agentes reconocieron que sus acciones no constituían delito alguno.
En su publicación, la antropóloga recordó que el derecho a la libertad de expresión está protegido por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y también por la Constitución cubana de 2019, además de otros instrumentos internacionales firmados por el Estado cubano. “Yo estoy en mi derecho como ciudadana cubana”, afirmó.
La activista insistió en que el espacio público pertenece a todos los ciudadanos y denunció que durante años ha sido arrebatado a quienes disienten. A su juicio, Cuba no puede seguir funcionando como un feudo donde el poder decide quién puede expresarse y quién no. “Los cubanos no somos siervos ni esclavos”, escribió.
Uno de los aspectos más graves de su testimonio es la descripción de las condiciones en la estación policial de Dragones y Zulueta, donde permaneció detenida. Pantoja habló de hacinamiento, insalubridad extrema y un ambiente degradante, especialmente para los presos comunes. Describió calabozos sucios, con olor a orine y presencia de chinches, condiciones que calificó como una violación directa a la dignidad humana.
Aunque señaló que fue tratada con corrección formal por los agentes, consideró que las condiciones del lugar constituyen una falta de humanidad, incompatible con los estándares internacionales. Recordó que Cuba es firmante de las Reglas Mandela de la ONU para el tratamiento de las personas privadas de libertad, normas que —según denunció— el Gobierno incumple de manera sistemática.
Pantoja también cuestionó el actuar de los órganos de la Seguridad del Estado, señalando desorganización y falta de coordinación entre los oficiales que participaron en su detención. En particular, criticó el desconocimiento mostrado por algunos agentes sobre su caso y el manejo de la información.
La activista concluyó su testimonio reafirmando que continuará utilizando todos los medios posibles para exigir la liberación de los presos políticos y de conciencia, así como un cambio profundo en Cuba. Reconoció que el miedo y la inmovilidad cívica atraviesan a toda la sociedad, incluidos muchos de quienes forman parte del aparato represivo, pero advirtió que la deshumanización impuesta no puede seguir normalizándose.
“Libertad para todos los presos políticos”, reiteró, dejando claro que no renunciará a su derecho a expresarse ni a ocupar el espacio público.






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