
“Momento Cero”: la cuenta regresiva de una condena injusta y la alerta sobre el destino de Luis Manuel Otero Alcántara
Una nueva acción artística y política del preso político cubano Luis Manuel Otero Alcántara ha vuelto a colocar su caso en el centro del debate público. Bajo el nombre “Momento Cero”, el artista ha concebido un sitio web y una campaña que funcionan como una cuenta atrás hacia el final oficial de su condena, fijada para el 9 de julio de 2026.
La iniciativa, difundida desde sus redes sociales, invita a amigos, seguidores y a la comunidad internacional a acompañarlo simbólicamente en ese conteo regresivo. No se trata solo de marcar el tiempo que resta, sino de mantener la atención sobre una realidad inquietante: en el contexto represivo cubano, no existe garantía alguna de que un preso político sea liberado al cumplir su sentencia.
El sitio web —presentado explícitamente como una obra de arte— plantea preguntas directas y perturbadoras: “¿Qué hará el gobierno cubano?” y “¿Qué hará Luisma?”. Con ello, Otero Alcántara traslada al espacio digital la incertidumbre que rodea a cientos de presos políticos en la isla, muchos de los cuales han visto prolongadas sus condenas o han sido sometidos a nuevas causas judiciales una vez agotado el tiempo impuesto por los tribunales.
En la plataforma, el reloj avanza de manera implacable. Días, horas y minutos se suceden como recordatorio constante de que la privación de libertad de Otero Alcántara no es un hecho abstracto, sino una experiencia concreta de tiempo robado, de vida suspendida por razones políticas. La obra transforma el paso del tiempo en denuncia.
Luis Manuel Otero Alcántara, uno de los artistas más reconocidos y perseguidos del arte independiente cubano, cumple una condena considerada injusta por organizaciones de derechos humanos y por amplios sectores de la sociedad civil. Su encarcelamiento ha sido señalado como un castigo ejemplarizante contra la disidencia cultural y el pensamiento crítico.
“Momento Cero” no promete un final feliz ni ofrece certezas. Al contrario, funciona como una advertencia. La cuenta atrás no es solo hacia una fecha en el calendario, sino hacia un punto decisivo en el que se pondrá a prueba, una vez más, el comportamiento del poder frente a un preso político incómodo.
La obra insiste en algo esencial: el silencio y el olvido son aliados de la injusticia. Acompañar la cuenta regresiva es, en sí mismo, un acto de memoria y vigilancia cívica. Porque, como recuerda el propio mensaje de la campaña, en Cuba cumplir una condena no siempre significa recuperar la libertad.






Deja un comentario