La Unión Eléctrica anuncia una afectación de 1.985 MW y confirma la gravedad de la crisis energética

La crisis del sistema eléctrico continúa profundizándose. La Unión Eléctrica (UNE) pronosticó para este lunes una afectación de 1.985 megawatts (MW) durante el horario de máxima demanda, una cifra que confirma el colapso estructural del sistema energético y anticipa apagones prolongados en gran parte del país.

La información fue ofrecida por Lázaro Guerra Hernández, director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, durante su intervención en la emisión de este lunes del programa oficial Buenos Días. Según explicó, el déficit previsto responde a la indisponibilidad de varias unidades generadoras, así como a limitaciones en el suministro de combustible, problemas que se han vuelto recurrentes.

Un déficit cercano a los 2.000 MW implica, en la práctica, cortes eléctricos de larga duración, que en muchas provincias superan con creces las 12 y hasta 20 horas diarias, afectando no solo a los hogares, sino también a hospitales, centros productivos, sistemas de bombeo de agua y servicios básicos.

A pesar de la gravedad del anuncio, el discurso oficial volvió a centrarse en explicaciones técnicas sin ofrecer soluciones concretas ni plazos creíbles para una mejora sustancial del servicio. La reiteración de partes diarios con cifras cada vez más altas se ha convertido en una constante, mientras la población enfrenta un deterioro acelerado de su calidad de vida.

La crisis energética, lejos de ser coyuntural, evidencia años de falta de inversión, mala gestión y dependencia de un sistema obsoleto, incapaz de responder a la demanda actual. Mientras tanto, millones de cubanos continúan reorganizando su vida cotidiana en función de los apagones, cocinando con carbón, perdiendo alimentos y soportando temperaturas extremas sin ventilación ni refrigeración.

El anuncio de una afectación de 1.985 MW no es solo un dato técnico: es una confirmación más de que el sistema eléctrico nacional no logra sostenerse, y que las medidas adoptadas hasta ahora han sido insuficientes para evitar el colapso.