Esposa de Yosvany Rosell denuncia traslado a prisión provincial sin notificación ni derecho a llamada

La esposa del preso político cubano Yosvany Rosell García denunció públicamente una nueva violación de derechos tras el traslado de su esposo a una prisión provincial sin que ella fuera notificada oficialmente, ni se le permitiera a él realizar la llamada telefónica que establece el propio reglamento penitenciario.

Según expuso Mailin Sánchez en una publicación en redes sociales, el traslado se produjo el viernes 12 de diciembre de 2025, aunque ella tuvo conocimiento de la situación dos días después, el domingo 14, sin haber recibido hasta el momento ninguna llamada, aviso institucional o comunicación directa por parte de las autoridades.

“Como su esposa, no fui notificada de esa noticia y no he recibido ninguna llamada ni aviso hasta el momento”, denunció Sánchez, quien subrayó que el derecho a realizar una llamada telefónica al momento de un traslado es una garantía básica para informar a los familiares sobre el paradero del recluso.

La denuncia apunta a lo que considera otra violación a los derechos fundamentales de Yosvany Rosell García, en un contexto marcado por la opacidad y la arbitrariedad del sistema penitenciario. Sánchez afirmó que acudirá nuevamente a las vías legales y a sus derechos constitucionales, esta vez respaldada por documentación formal.

“Estoy harta de ver cómo no podemos hacer valer nuestros derechos”, expresó, al tiempo que anunció que se dirigirá a las instituciones correspondientes con medidas legales. Su mensaje concluye con un llamado directo: “Basta ya. Derecho a tener derechos”.

El caso de Yosvany Rosell se suma a una larga lista de denuncias realizadas por familiares de presos políticos, quienes alertan sobre traslados sin notificación, incomunicación prolongada y falta de información oficial, prácticas que incrementan la angustia de las familias y vulneran incluso las normas internas del propio sistema penitenciario.

Desde ClickCuba, reiteramos la importancia de denunciar públicamente estos hechos, ya que el silencio solo contribuye a la impunidad. La transparencia y el respeto a los derechos humanos no son concesiones, son obligaciones.