Cuba Primero intensifica su ofensiva diplomática en Washington en el Día de los Derechos Humanos

En una agenda marcada por la urgencia y la firmeza, Armando Labrador —presidente de Cuba Primero— sostuvo entre ayer y hoy reuniones clave con congresistas y senadores en Washington D.C., acompañado por activistas y ex prisioneros políticos del Movimiento. La delegación viajó a la capital estadounidense en pleno Día de los Derechos Humanos para trasladar un mensaje inequívoco: la libertad de Cuba no puede seguir postergándose.

Durante los encuentros, los representantes de Cuba Primero exigieron la liberación inmediata de todos los presos políticos cubanos, así como el cese total de cualquier mecanismo económico, diplomático o político que contribuya a sostener la dictadura en el poder. Según informó el propio movimiento, la posición expuesta ante los legisladores fue clara y sin concesiones.

“No más excusas. No más maquillaje. No más tiempo perdido”, reiteraron en cada reunión.

Labrador y los activistas subrayaron que la realidad cubana no admite interpretaciones optimistas ni enfoques conciliadores. Aseguraron que el régimen continúa reprimiendo, encarcelando y silenciando a quienes disienten, mientras se beneficia de apoyos externos que —directa o indirectamente— prolongan la agonía de un país empobrecido y sin libertades.

Desde Washington insistieron en que la libertad de Cuba no llegará mediante diálogos con sus verdugos, una afirmación que marca distancia de cualquier intento de negociación con el régimen. En su lugar, abogaron por medidas fuertes, presión internacional real y una voluntad política firme por parte de quienes acompañan la causa democrática.

En el contexto del Día de los Derechos Humanos, el Movimiento recordó que la situación dentro de la isla es incompatible con los principios que el mundo conmemora en esta fecha. Con más de mil presos políticos verificados por organizaciones independientes, y un aparato represivo que actúa sin límites, Cuba Primero sostuvo que el momento de actuar es ahora.

“Cuba será libre solo cuando el mundo deje de sostener a los que la oprimen”, reafirmó la delegación, destacando que su compromiso es continuar elevando la voz de los cubanos que no pueden hacerlo desde la isla.

La ofensiva diplomática continuará en los próximos días con nuevos encuentros y gestiones encaminadas a reforzar la presión internacional. Para Cuba Primero —y para quienes lo acompañan— la libertad de Cuba depende de que la comunidad internacional asuma que no hay reformas posibles dentro de una estructura construida para reprimir. Solo el aislamiento del poder que oprime al pueblo cubano, aseguran, podrá abrir finalmente el camino hacia la democracia.

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