Golpeado y condenado: el preso político Julio César Duque de Estrada apenas recibe una reducción mínima de pena

El preso político Julio César Duque de Estrada Ferrer, de 55 años, continúa encarcelado en la prisión de máxima severidad de Mar Verde, en Santiago de Cuba, donde denuncia condiciones de vida marcadas por trato cruel, violencia carcelaria, vigilancia extrema y ausencia total de garantías jurídicas.

En una carta enviada desde su encierro, Duque de Estrada describe el penal como un entorno degradante controlado por mecanismos represivos diseñados para doblegar moralmente a quienes se oponen al régimen.

Su testimonio coincide con el patrón señalado por organizaciones de derechos humanos: castigo sistemático, aislamiento, censura y criminalización del pensamiento crítico.

Una apelación sin justicia

El pasado 9 de diciembre, Duque de Estrada compareció ante el tribunal para su juicio de apelación.

De los 4 años y 6 meses de condena iniciales, apenas le fueron rebajados seis meses, quedando la sanción fijada en cuatro años de privación de libertad.

El tribunal eliminó únicamente el cargo de desobediencia, equivalente a medio año, pero mantuvieron el delito de “atentado”, a pesar de que él fue quien recibió la golpiza en los hechos que le imputan.

Lo sentenciaron como si hubiera sido el agresor, invirtiendo la realidad y reforzando la impunidad institucional.

El caso exhibe cómo los tribunales subordinados al poder político actúan para castigar el disenso y proteger a los perpetradores cuando la víctima es un opositor.

Represión y resistencia

Aislado, vigilado y sin acceso a información sobre la actualidad nacional, Duque de Estrada asegura que el sistema penitenciario funciona para quebrar la voluntad de quienes desafían al régimen.

Sin embargo, afirma que continúa resistiendo, sosteniendo la esperanza de vivir en una Cuba libre y soberana.

Agradece la solidaridad recibida desde el exilio y desde dentro del país, subrayando que el acompañamiento y la visibilidad de su caso son fundamentales para enfrentar la injusticia.