
Día de los Derechos Humanos, Cuba: el único país del hemisferio donde los 30 derechos se violan a diario
Este 10 de diciembre, cuando el mundo celebra el Día de los Derechos Humanos, Cuba vuelve a exhibir el contraste más dramático del continente: mientras se habla de dignidad, libertad y justicia, millones de cubanos sobreviven sin un solo derecho verdaderamente garantizado.
La Declaración Universal cuenta con 30 artículos.
En Cuba, los 30 están transgredidos.
No es una exageración; es el resultado de décadas de represión institucionalizada, control social, ausencia de Estado de derecho y una cultura política basada en el miedo.
A continuación, una mirada clara, directa y necesaria sobre cómo el régimen cubano convirtió cada derecho humano en privilegio condicionado o delito castigado.
Libertad de expresión: pensar distinto sigue siendo pecado mortal
En la isla, criticar al Gobierno puede costar la libertad, el empleo o el exilio forzado.
Periodistas, humoristas, profesores, sacerdotes, estudiantes o ciudadanos de a pie han sido detenidos solo por decir lo que millones piensan.
Hablar la verdad sigue siendo un acto de resistencia.
Derecho a reunión: protestar es delito y reclamar es subversión
Las marchas pacíficas se reprimen con golpes, amenazas, arrestos y desapariciones temporales.
El 11 de julio de 2021 fue la prueba global: miles en la calle, y cientos encarcelados por pedir libertad.
Protestar se paga con prisión.
Derecho a asociación: en Cuba solo existen organizaciones permitidas por el poder
Los sindicatos no son independientes.
Los partidos políticos están prohibidos salvo uno.
Las ONG reales son perseguidas o expulsadas.
Asociarse sin permiso es traición.
Derecho a un juicio justo: tribunales como instrumentos del castigo político
Los juicios a opositores son sumarios, sin pruebas, sin defensas efectivas y con sentencias predeterminadas.
En la isla, la justicia no es ciega; es obediente.
Libertad de movimiento: entradas, salidas y viajes son controlados como mecanismo de castigo
Activistas no pueden viajar.
Otros, para ser liberados, deben aceptar el exilio.
Incluso regresar al país puede ser negado.
El pasaporte deja de ser documento y se convierte en grillete.
Derecho a la salud: un modelo colapsado que castiga políticamente
El sistema sanitario, antes bandera propagandística, está quebrado.
Faltan médicos, medicinas, insumos y ética.
Las denuncias por negligencia, abandono y discriminación aumentan.
La salud se volvió privilegio, no derecho.
Derecho a la alimentación: el hambre es política pública
Comida insuficiente y cara, salarios que no alcanzan, bodega vacía, colas eternas, inflación absurda.
El hambre no es accidente: es herramienta de control.
Derecho a creer, a educarse, a crear, a pensar
La escuela adoctrina, la prensa miente, la iglesia es vigilada, las artes son censuradas.
La libertad de conciencia en Cuba es sospechosa; la creatividad crítica, peligrosa.
Derecho a la propiedad: vivir con miedo a perderlo todo
Casas confiscadas, negocios ocupados, emprendedores multados, emigrantes legalmente despojados.
Nada es tuyo si no obedeces.
Derecho a participar en política: un Estado sin ciudadanos
No hay elecciones libres, pluralismo ni competencia real.
El voto es ritual, no decisión.
El cubano elige cargos, pero nunca poder.
La verdad incómoda: Cuba viola los 30 derechos humanos
No es un caso de debilidades institucionales o errores de gestión.
Es un sistema diseñado para: Impedir derechos, castigar la autonomía, quebrantar a los críticos y perpetuar el control.
En Cuba, la violación de derechos humanos no es consecuencia: es herramienta.
¿Y qué puede hacer el pueblo cubano?
Recordar que ningún cambio comienza desde arriba.
Las dictaduras no ceden.
Se desmontan cuando los ciudadanos se organizan, se educan, se informan y dejan de obedecer sin cuestionar.
Un derecho solo existe cuando alguien decide ejercerlo aunque cueste.
El 11J lo probó: el miedo no es eterno.
Cada cacerolazo, cada directo, cada marcha silenciosa, cada denuncia, cada cartel, cada artículo publicado, cada video grabado con un móvil es un golpe a la impunidad.
Conclusión: que el mundo lo lea, pero sobre todo, que el cubano lo entienda
Hoy el planeta celebra el Día de los Derechos Humanos.
En Cuba, este día debe servir para algo más que lamentar: debe ser una invitación a tomar conciencia y actuar.
Porque la libertad no llega por decreto internacional.
La libertad nace cuando un pueblo decide que merece vivir con todos sus derechos —no con migajas— y deja de pedir permiso para reclamarlos.
ClickCuba seguirá denunciando, documentando y educando.
La dictadura teme a tres cosas: la verdad, la memoria y el pueblo informado.
Ese es el camino hacia la libertad.







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