
Las redes estallan ante la propaganda oficial: respuestas a la publicación de Díaz-Canel sobre el Granma muestran el profundo rechazo ciudadano
La más reciente publicación del presidente designado Miguel Díaz-Canel en Facebook —un mensaje exaltando el aniversario del desembarco del yate Granma— se convirtió en un termómetro del estado de ánimo nacional. Lo que pretendía ser otra pieza de propaganda oficial terminó desatando una avalancha de críticas, ironías y rechazo abierto por parte de cientos de cubanos dentro y fuera de la isla.
Mientras el post repetía el discurso habitual sobre “independencia definitiva”, “promesa de Fidel” y “fundación del Ejército Rebelde”, los comentarios dejaron claro que la épica revolucionaria, hoy, genera más indignación que admiración.
“Tremendo embarque”: el humor ácido que dominó la conversación
Uno de los primeros comentarios, convertido rápidamente en viral, ironizaba sobre la mítica travesía:
“El barco más grande del mundo: desembarcaron 82 y embarcaron a 11 millones.”
Decenas de usuarios se sumaron con el mismo tono. Otros mostraron imágenes del éxodo del Mariel comparándolo con el Granma y concluyendo que los del Mariel “aportaron más a la economía de Cuba que los expedicionarios”.
El humor negro volvió a ser el recurso para desmontar el relato oficial.
De la burla al reproche directo
Otros comentarios fueron aún más contundentes, alejándose de la sátira para expresar frustración y hartazgo.
Un usuario escribió:
“Y una nación entera naufragó.”
Otra persona, reaccionando a la romantización histórica del régimen, resumió un sentimiento ampliamente compartido:
“Tenía que haberse hundido y no el Titanic.”
Estas respuestas, con cientos de reacciones, revelan el desgaste total del discurso revolucionario en una población sumida en miseria, apagones interminables y miedo a un futuro cada vez más incierto.
La confrontación con los defensores del régimen
No faltaron los comentarios oficialistas, repitiendo consignas y defendiendo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Sin embargo, sus intervenciones se vieron inmediatamente contrarrestadas por respuestas que cuestionaban su sinceridad y su desconexión de la realidad.
Cuando un usuario afirmó que la FAR había demostrado “humanismo” durante el paso del huracán Melissa, la respuesta ciudadana fue inmediata:
“Eso que usted acaba de publicar se llama manipulación de la opinión pública.”
Otros fueron incluso más directos:
“6 décadas de miseria, de destrucción social y de la historia más triste que se pueda contar.”
“Dios mío… ustedes están programados.”
Dolor y memoria: los que recordaron la tragedia migratoria
En medio del debate, también aparecieron mensajes evocando a los miles de cubanos que han muerto intentando escapar del país:
“Increíble que tantos cubanos hayan perdido la vida buscando libertad y que este engendro del mal no se haya hundido ese día.”
La referencia al barco como origen de una tragedia nacional refleja la profunda percepción de que la Revolución no fue liberación, sino condena.
Un país dividido, pero una narrativa oficial cada vez más sola
Aunque algunos usuarios defendieron la versión oficial con los mismos mensajes de siempre —“Fidel por siempre”, “gloria a la FAR”, “hasta la victoria siempre”— fueron minoría frente a la ola de críticas, sarcasmo y condenas.
La publicación terminó convertida en un espacio donde la ciudadanía expresó abiertamente lo que el régimen intenta reprimir en las calles: inconformidad, cansancio y deseo de cambio.
La épica del Granma podrá seguir en los libros oficiales, pero en las redes —el último espacio donde el cubano puede hablar sin permiso— el relato es otro. Uno donde el pueblo le responde directamente al poder, sin miedo y sin filtro.
Y ese contraste habla más del estado real del país que cualquier celebración oficial.







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