Cubanos en el exilio en Madrid responden a una convocatoria de última hora y participan en la vigilia por la vida de Yosvany Rosell García Caso

Un grupo de cubanos del exilio en Madrid se concentró este martes frente a la sede diplomática del régimen cubano, atendiendo a una convocatoria de última hora lanzada ayer para exigir fe de vida y atención médica urgente para el preso político Yosvany Rosell García Caso, quien cumple 41 días en huelga de hambre y se encuentra en estado crítico.

A pesar del aviso repentino y del poco tiempo para organizarse, varios miembros del exilio —activistas, familiares de presos políticos y ciudadanos comprometidos— acudieron a la vigilia para denunciar la inminente amenaza que enfrenta Yosvany y para recordar que su caso representa una herida abierta que afecta a toda Cuba.

Los participantes llevaron carteles con las imágenes de presos políticos del 11J, así como fotografías de menores encarcelados y pancartas que exigían libertad. La concentración se desarrolló de manera cívica y firme, tal como pedía la convocatoria internacional: una acción urgente para evitar otra muerte por huelga de hambre dentro de las prisiones cubanas.

Esta movilización del exilio formó parte de un esfuerzo global que surgió ante el deterioro acelerado de la salud de Yosvany. La urgencia de la situación obligó a emitir el llamado apenas 24 horas antes, pero aun así varios cubanos salieron a la calle para hacer visible la realidad que el régimen busca ocultar.

“Nos avisaron ayer y hoy estamos aquí. Somos pocos, pero estamos. No vamos a permitir otro muerto por silencio”, expresó uno de los presentes.

La vigilia concluyó con la lectura de nombres de presos políticos y con un llamado a mantener la presión pública. Para los exiliados, el caso de Yosvany Rosell no es solo un símbolo del sufrimiento en Cuba, sino también una responsabilidad moral: impedir que el régimen cubano siga cobrándose vidas entre quienes reclaman derechos fundamentales.