Cubanos responden a Cubadebate: “Qué suerte tuvieron los dominicanos”

La publicación de Cubadebate, destinada a criticar la presencia estadounidense en República Dominicana hace seis décadas, generó un efecto completamente contrario al esperado. Lejos de despertar rechazo hacia Washington, los comentarios de cientos de cubanos en Facebook evidenciaron un sentimiento generalizado: millones de ciudadanos consideran que la intervención de Estados Unidos salvó a República Dominicana de convertirse en “una segunda Cuba”.

El artículo original del medio estatal recordaba la llegada de más de 40.000 marines norteamericanos en 1965 y acusaba al actual presidente dominicano, Luis Abinader, de mantener una relación “sumisa” con Washington. Sin embargo, la audiencia no reaccionó como Cubadebate anticipaba. Las respuestas se convirtieron rápidamente en un inesperado referéndum popular sobre la realidad cubana y la comparación con el país vecino.

“Lástima que no hicieron lo mismo en Cuba”

Entre los primeros comentarios que se viralizaron apareció uno que resume el clima general:

“Qué suerte tuvieron los dominicanos, lástima que no hayan hecho lo mismo en Cuba”, escribió una cubana. Su frase desató una cadena de reacciones que marcó el tono de las horas siguientes.

Otros usuarios fueron más contundentes:

“Hoy se salvaron. Por eso tienen libertad y comida.”

“Dominicana prospera porque no se convirtió en una segunda Cuba.”

“¿Cuántos dominicanos ves lanzándose al mar para llegar a Cuba?”

Las respuestas, lejos de alinearse con el discurso del Gobierno, mostraron un rechazo masivo a la narrativa oficial que busca presentar a Estados Unidos como amenaza y a Cuba como víctima del intervencionismo.

Comparaciones dolorosas: turismo, economía y migración

Los cubanos hicieron énfasis en los contrastes entre ambas realidades nacionales:

Turismo: “República Dominicana recibirá 12 millones de turistas este año; Cuba apenas 2.6 millones.” Economía: “La economía más grande del Caribe, mientras Cuba está hundida.” Migración: “No conozco a ningún dominicano emigrando a Cuba, pero sí muchos cubanos emigrando a Dominicana.” Bienestar social: “Los dominicanos viven bien, tienen comida, inversión extranjera, un país abierto al mundo.”

El comentario más repetido fue uno simple pero demoledor:

“Se salvaron.”

Un efecto boomerang para la propaganda oficial

La intención del régimen era evocar un episodio histórico para denunciar la llamada “Doctrina Monroe” y condenar a los gobiernos latinoamericanos que mantienen relaciones estrechas con Estados Unidos. Sin embargo, la publicación se convirtió en un recordatorio de la brecha entre el discurso oficial y la percepción real del ciudadano cubano.

Muchos usuarios, incluso los de mayor edad, señalaron que la intervención estadounidense evitó que República Dominicana cayera en un modelo autoritario similar al cubano:

“Y después de 59 años en mis costillas, reconozco que fue lo mejor que les pasó.”

Otros reclamaron abiertamente una acción internacional para Cuba:

“¿Cuándo vienen a invadirnos a nosotros para quitarnos esta pesadilla?”

Este tipo de comentario, repetido docenas de veces, evidencia la desesperación de una población que lleva décadas sumida en una crisis sin salida.

República Dominicana como espejo

Comerciantes, empleados estatales, jóvenes, migrantes y profesionales coincidieron en un mismo diagnóstico:

la prosperidad dominicana es producto de lo que Cuba nunca tuvo: libertad, apertura económica y un gobierno responsable.

Algunos compararon Punta Cana con Varadero para ilustrar el retroceso cubano, otros hablaron del crecimiento empresarial y la estabilidad financiera dominicana, y muchos recordaron que la isla vecina es hoy uno de los principales destinos de emigración cubana.

El comentario más repetido pudo haber sido también el más simbólico:

“Gracias a Dios que lo hicieron. Lástima que no lo hicieron con Cuba.”

La publicación de Cubadebate buscaba reforzar un viejo discurso antiestadounidense, pero terminó revelando algo mucho más revelador:

la mayoría de los cubanos ya no cree en la propaganda, ya no teme hacer comparaciones y ya no oculta su deseo de un país distinto.

Lejos de sembrar rechazo hacia Estados Unidos, el artículo dejó al descubierto el contraste entre dos naciones del Caribe que tomaron caminos radicalmente distintos… y los resultados que hoy hablan por sí solos.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias