
Cubanos en Madrid se suman a la Marcha Internacional por la Paz convocada por la Nobel María Corina Machado
La reciente galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, la líder venezolana María Corina Machado, ha convocado para este 6 de diciembre una Marcha Internacional por la Paz, un llamado global destinado a visibilizar la necesidad urgente de libertad, democracia y garantías ciudadanas en Venezuela. La iniciativa ha despertado movilización en distintos países, impulsada por un clamor que crece dentro y fuera de la nación sudamericana.
Entre los colectivos que han respondido de manera más activa se encuentra la comunidad cubana en el exilio, que reconoce en la tragedia venezolana un reflejo directo del modelo represivo exportado desde La Habana. Para muchos cubanos, el aparato de control político y social que hoy opera en Caracas es resultado de la influencia del castrismo, que durante años ha extendido sus métodos de vigilancia e intervención a gobiernos aliados.
Cubanos visitan el Consulado de Maduro en Madrid
En la antesala de la marcha, un grupo de cubanos residentes en España liderados por Avana de la Torre y Lázaro Mireles visitó el Consulado del régimen de Maduro en Madrid, donde dejaron constancia de su solidaridad con el pueblo venezolano y su rechazo al abuso, la represión y la crisis institucional que atraviesa el país. El gesto simboliza un acompañamiento moral e histórico: dos pueblos que comparten una misma lucha por recuperar sus libertades.
Los presentes subrayaron que “si se cae Venezuela, se cae Cuba”, lema que sintetiza la convicción de que un cambio político en Caracas tendría un impacto directo en el andamiaje que sostiene al régimen cubano. De ahí la fuerza del concepto que se extiende entre activistas: #EfectoDomino.
Una movilización con vocación global
La Marcha Internacional por la Paz aspira a generar presión diplomática, movilización ciudadana y atención mediática. El reciente otorgamiento del Nobel de la Paz a María Corina Machado ha amplificado aún más la convocatoria, convirtiéndola en un punto de inflexión para la causa democrática venezolana.
La participación de exiliados latinoamericanos —en especial cubanos— refuerza la lectura regional del conflicto y subraya la necesidad de una comprensión continental del autoritarismo que afecta a ambos países.
La convocatoria invita a difundir y compartir el mensaje, recordando que la libertad de Venezuela y Cuba no son luchas separadas, sino capítulos de una misma batalla por la dignidad y los derechos humanos en América Latina.







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