Cuba: Una petición desesperada exige la excarcelación inmediata de Yosvany Rosell García Caso tras 32 días de huelga de hambre

La situación del preso político Yosvany Rosell García Caso, manifestante del 11 de julio de 2021 en Holguín, entra este 23 de noviembre en una fase crítica. Su esposa, Mailin Sánchez, fue informada hoy de que será trasladado a terapia intermedia tras 32 días en huelga de hambre, negándose a recibir atención médica y enfrentándose a un deterioro físico extremo.

Mientras el tiempo se agota para Yosvany, otra voz se suma desesperadamente al reclamo por su vida. Enferma desde hace semanas, la ciudadana cubana Miryorly García Prieto intentó durante toda la mañana presentar una petición formal en la plataforma digital de la Presidencia y el Consejo de Ministros. Sin embargo, la página oficial —creada supuestamente para recibir quejas y denuncias de la población— no funciona. “Se queda ahí, como recordándote la clásica frase de Estamos trabajando”, denunció.

Al no encontrar un canal institucional efectivo, decidió publicar su petición de manera pública, a través de Facebook, en un intento de que su voz llegue a las autoridades antes de que sea demasiado tarde.

Una petición urgente a Díaz-Canel, Marrero y la Asamblea Nacional

La carta está dirigida al presidente designado Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al primer ministro Manuel Marrero Cruz y a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Su solicitud es clara y directa:

Excarcelación inmediata por motivos humanitarios para Yosvany Rosell García Caso.

La autora recuerda que Yosvany, padre de tres hijos, fue condenado a 15 años de prisión por Sedición, pese a que tanto él como su familia han insistido en que se manifestó pacíficamente el 11J. Desde hace cuatro años permanece recluido en la prisión Cuba Sí, en Holguín.

Su huelga de hambre —que ya supera el mes— es su último recurso para reclamar justicia y defender su inocencia.

“Un joven padre de familia está muriendo para probar su inocencia”

En su denuncia, García Prieto subraya que el gobierno cubano niega la existencia de presos políticos, pero sostiene que esa posición “es insostenible e inhumana” cuando los propios encarcelados se declaran prisioneros de conciencia y arriesgan su vida para denunciar la injusticia cometida contra ellos.

“El cuerpo ya es el último recurso que les queda en prisión para defender que solo han ejercido su derecho al disenso.”

A su juicio, dejar morir a Yosvany sería un acto de crueldad y una incoherencia histórica:

Recuerda que en 1955 los asaltantes al Cuartel Moncada —incluidos los líderes históricos de la Revolución— recibieron una Amnistía incluso en medio de una dictadura. Señala que durante décadas las excarcelaciones por motivos humanitarios han sido prácticas comunes mediante mediaciones de la Iglesia o negociaciones internacionales. Pregunta cómo es posible que el mismo proceso político que antes exigió clemencia ahora se niegue a otorgarla a jóvenes que protestaron desarmados y sin causar muertes.

Un reclamo ciudadano que crece

Aunque esta petición es individual, la historiadora subraya que no está sola. Cientos de cubanos ya han expresado su apoyo a través de redes sociales:

Casi 200 personas firmaron una carta publicada el 18 de noviembre pidiendo la libertad de Yosvany. Decenas más se suman cada día con mensajes, comentarios y denuncias. Entre los antecedentes menciona la petición oficial de Ley de Amnistía presentada en enero de 2024 por familiares de presos del 11J, rechazada por la Asamblea Nacional.

“No confío ya en el sistema institucional cubano”

En un tono directo, García Prieto afirma no esperar una explicación oficial sobre la negación del carácter político de estos encarcelamientos ni sobre la justicia de los juicios. Dice haber perdido la confianza en las instituciones cubanas, pero insiste en ejercer su derecho ciudadano a exigir:

La excarcelación inmediata de Yosvany Rosell García Caso. La revisión posterior y exhaustiva de su caso. El cese de una política estatal basada en la represión y la cárcel.

Recuerda además a las autoridades cubanas que están obligadas por las Reglas Nelson Mandela de la ONU, que exigen respeto a la dignidad humana incluso en prisión.

“La respuesta negativa sería dejarlo morir”

La carta concluye con un mensaje contundente:

“La única respuesta que acepto como necesaria y afirmativa es la excarcelación de Yosvany Rosell García Caso. La respuesta negativa sería que lo dejen morir, acción que quedará sobre la conciencia de todo aquel cubano que no haya hecho algo para impedirlo.”

García Prieto también hace pública su petición anticipando posibles represalias, pero asegura estar dispuesta a asumirlas por una cuestión ética.

Un tiempo que se agota

La vida de Yosvany Rosell García Caso pende de un hilo. Con 32 días en huelga de hambre, sin ingerir alimentos ni aceptar atención médica, su traslado a terapia intermedia indica que su cuerpo está al límite. Su familia, activistas y cientos de cubanos dentro y fuera del país temen que su muerte se convierta en otro símbolo trágico de la represión contra los manifestantes del 11J.

Mientras la plataforma oficial del gobierno permanece inservible, el único canal que ha escuchado este llamado es el mismo que miles de cubanos utilizan a diario para denunciar injusticias: las redes sociales.

Y desde allí, una vez más, se eleva el pedido:

No dejen morir a Yosvany Rosell García Caso.

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