Yosvany Rosell cumple 27 días en huelga de hambre: su salud se deteriora mientras su familia clama por auxilio

La situación del preso político Yosvany Rosell García Caso se agrava dramáticamente. Este 18 de noviembre de 2025, su esposa Mailín Sánchez informó que Rosell cumple 27 días en huelga de hambre dentro de la prisión de Cuba Sí, en Holguín, donde mantiene una postura firme pese al deterioro visible de su salud.

Según el testimonio difundido por Sánchez, los días sin ingerir alimentos comienzan a pasar factura: su estado físico se debilita rápidamente, y las autoridades penitenciarias no han dado señales de atender de manera responsable el riesgo vital que enfrenta.

La visita de la Iglesia: única puerta abierta

Sánchez adelantó que mañana Rosell recibirá la visita de un obispo, quien le brindará atención religiosa. En un contexto donde la familia no tiene acceso a mecanismos legales efectivos para protegerlo, la Iglesia se ha convertido en una de las pocas instituciones capaces de llegar hasta él.

Mientras tanto, su esposa continúa “tocando puertas” para exigir atención humanitaria y denunciar lo que considera un abandono deliberado por parte del sistema penitenciario.

Un caso que simboliza la resistencia

Rosell, condenado por motivos políticos, ha sido una de las voces más firmes desde la cárcel. Esta no es su primera protesta extrema, pero sí una de las más prolongadas y peligrosas. Su huelga es, según su familia, un acto desesperado para exigir respeto a sus derechos fundamentales y denunciar su injusto encarcelamiento.

La publicación difundida por Mailín Sánchez incluye imágenes recientes y etiquetas como #LibertadParaYosvanyRosellGarcíaCaso, #LibertadParaTodosLosPresosPolíticos y #FeDeVida, que buscan amplificar el llamado urgente a la comunidad nacional e internacional.

Un pedido desesperado

Cada día en huelga de hambre tiene un costo irreversible. Para Rosell, la línea entre la protesta y el riesgo de muerte se vuelve más estrecha. Para su familia, la incertidumbre es insoportable.

La pregunta sigue siendo la misma que desde hace meses paraliza a tantas familias cubanas:

¿Cuánto más deberá resistir un preso político para que el mundo intervenga?