
Graves denuncias desde el Hospital Provincial de Bayamo: médico cubano habla de “colapso sanitario” y hace llamado público a la clase médica de la isla
El médico cubano exiliado Alexander Jesús Figueredo Izaguirre difundió en sus redes sociales imágenes y un mensaje contundente en el que denuncia una situación crítica en el Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, donde —según afirma— pacientes estarían siendo atendidos en el suelo ante la falta de camas, recursos básicos y condiciones mínimas de seguridad sanitaria.
Las fotografías compartidas muestran a adultos mayores y pacientes con sueros colocados directamente sobre el piso, acompañados de familiares y personal de salud trabajando en un espacio saturado, deteriorado y sin mobiliario clínico disponible. La publicación, titulada “El último llamado — Después de esto, no hay excusas”, advierte que esta situación no debe interpretarse únicamente como una falta de recursos, sino como un síntoma del colapso de la infraestructura hospitalaria del país.



“Esto no es una alerta: es la evidencia de un crimen político en curso”
Figueredo, quien se ha posicionado públicamente como crítico del sistema sanitario en Cuba, afirma que lo ocurrido en Bayamo representa el resultado directo de decisiones de carácter político y no únicamente logístico o administrativo. En su texto señala la ausencia de insumos médicos esenciales —desde sueros y oxígeno hasta reactivos y ambulancias— y define el estado actual del sistema como una “política de Estado” que habría derivado en una situación insostenible para pacientes y profesionales.
El especialista sostiene que la crisis no puede explicarse como un evento aislado o coyuntural, sino como la consecuencia de un deterioro acumulado durante años y que estaría cobrando víctimas por falta de diagnóstico oportuno y atención segura.
Un cuestionamiento ético al personal médico en la isla
La denuncia incorpora una reflexión dirigida al personal sanitario cubano, a quienes el doctor Figueredo interpela desde una perspectiva ética y profesional. Según el texto, la continuidad del ejercicio médico bajo condiciones que no permiten garantizar atención segura colocaría a los profesionales en una posición moralmente insostenible.
“Si tú ves a un paciente tirado en el piso y sigues callado, estás validando el crimen”, sostiene el médico.
Figueredo plantea que no es posible ejercer la medicina en ausencia de insumos mínimos y que, frente a una situación que considera extrema, el silencio equivaldría a legitimación. La publicación incluye además un llamado explícito a priorizar la integridad del paciente, la transparencia pública y la responsabilidad profesional.
La denuncia incorpora una propuesta de acción
El doctor sugiere públicamente una medida de protesta no violenta: la suspensión temporal del ejercicio médico cuando no existan recursos que garanticen la seguridad del paciente, presentándola como un acto de ética profesional.
Indica que dicha acción tendría como propósito visibilizar la situación real ante la ciudadanía y la comunidad internacional, y no representar un abandono de la vocación ni un acto político partidista.
Una crisis estructural que exige respuestas verificables y transparentes
Las imágenes provenientes del hospital de Bayamo se suman a otras denuncias recientes sobre el deterioro de infraestructuras médicas, falta de medicamentos, fallas en ambulancias y carencia de estudios diagnósticos en varias provincias del país. Hasta el momento de esta publicación, autoridades sanitarias no habían emitido una respuesta pública sobre el contenido específico de estas imágenes ni sobre las acusaciones del profesional.
La situación plantea interrogantes urgentes sobre el estado real del sistema de salud cubano, la capacidad de respuesta hospitalaria, la protección del personal sanitario y los mecanismos oficiales de supervisión, auditoría y transparencia informativa.







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