
Enfermedades transmitidas por mosquitos en Cuba: una guía informativa para identificar síntomas y prevenir contagios
La situación sanitaria en Cuba continúa marcada por la presencia de enfermedades transmitidas por mosquitos. Entre las detectadas históricamente en la isla se encuentran el dengue, el zika y la chikungunya; mientras que en varios países del continente, incluido el Caribe, circula también el virus del Nilo Occidental, una enfermedad menos conocida por la población y con potencial de complicaciones neurológicas. Ante este escenario, la prevención y el conocimiento ciudadano siguen siendo herramientas esenciales para reducir el riesgo de contagio.
Panorama epidemiológico y vías de transmisión
Las enfermedades mencionadas se transmiten mediante la picadura de mosquitos infectados.
En el caso del dengue, zika y chikungunya, el principal vector es el mosquito Aedes aegypti, ampliamente distribuido en zonas habitadas y con capacidad de reproducirse en pequeños depósitos de agua limpia.
En el caso del virus del Nilo Occidental, la transmisión se asocia con mosquitos del género Culex, que pueden desarrollarse también en aguas estancadas menos limpias, zanjas o fosas.
Ninguna de estas enfermedades se transmite mediante contacto físico cotidiano, alimentos o aire. Sin embargo, el zika puede transmitirse por vía sexual, lo que añade una vía de contagio adicional y conocida en varios estudios internacionales.
Principales síntomas y cómo diferenciarlos
Las cuatro enfermedades comparten síntomas similares en sus etapas iniciales, lo que puede dificultar el diagnóstico sin pruebas médicas. Aun así, existen señales orientativas:
Fiebre
Dengue: Muy alta Zika: Moderada Chikungunya: Muy alta Nilo Occidental: Moderada o alta
Dolor muscular
Dengue: Muy intenso Zika: Moderado Chikungunya: Fuerte Nilo Occidental: Fuerte
Dolor articular
Dengue: Frecuente Zika: Presente Chikungunya: Muy intenso y prolongado Nilo Occidental: Ocasional
Erupción
Dengue: Frecuente Zika: Muy común Chikungunya: Posible Nilo Occidental: Posible
Conjuntivitis
Dengue: Poco usual Zika: Muy frecuente Chikungunya: Posible Nilo Occidental: Rara
Complicaciones
Dengue: Hemorragias Zika: Riesgo fetal Chikungunya: Dolor crónico Nilo Occidental: Neurológicas
El dengue puede evolucionar a una fase grave caracterizada por sangrados, descenso de plaquetas y riesgo de shock.
La chikungunya suele dejar dolor articular persistente durante semanas o meses.
El zika representa un riesgo particular en embarazos por su asociación con complicaciones fetales.
El virus del Nilo Occidental puede evolucionar hacia meningitis o encefalitis, especialmente en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Señales de alerta que requieren asistencia médica inmediata
Se recomienda buscar atención médica sin demora si la persona presenta:
Sangrado por encías, nariz, orina o heces Dolor abdominal intenso o persistente Somnolencia excesiva, desorientación o pérdida de conciencia Convulsiones o rigidez en el cuello Fiebre persistente que empeora tras una aparente mejoría Dificultad respiratoria Ausencia de orina o cambios notorios en su coloración
No se recomienda el uso de ibuprofeno ni aspirina si se sospecha dengue, debido al riesgo de hemorragia. El analgésico de primera elección es paracetamol, salvo contraindicación médica.
Prevención y medidas aplicables en el contexto cubano
Aunque el acceso a repelentes, insecticidas o mosquiteros sea limitado, existen medidas efectivas que pueden implementarse en el hogar y la comunidad:
Cepillar, tapar y renovar agua de depósitos, tanques o cubetas cada tres días. Eliminar cualquier recipiente con agua acumulada, dentro o fuera de la vivienda. Utilizar ropa que cubra brazos y piernas, especialmente en horarios de mayor actividad de mosquitos. Dormir con mosquiteros siempre que sea posible. Mantener la basura tapada y lejos de la vivienda. Reducir áreas con maleza o humedad donde puedan reproducirse los vectores. Priorizar la protección de embarazadas, adultos mayores, niños pequeños y personas inmunodeprimidas.
Las enfermedades transmitidas por mosquitos continúan siendo un desafío de salud en Cuba. La prevención doméstica, la observación temprana de síntomas y la búsqueda oportuna de atención médica son factores clave para evitar complicaciones. En ausencia de información pública actualizada y estadísticas transparentes, el conocimiento ciudadano se convierte en una herramienta fundamental.







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