Periodista exiliada Luz Escobar denuncia nueva campaña oficial de descrédito desde Cuba

La periodista independiente Luz Escobar, actualmente exiliada en Madrid, denunció haber sido señalada nuevamente por el aparato mediático oficialista cubano, tras la publicación de un artículo en el portal estatal Razones de Cuba, donde es presentada como una “contrarrevolucionaria radical”. Según afirmó, este tipo de exposiciones forman parte de una “estrategia sostenida de difamación y criminalización” contra quienes ejercen periodismo independiente dentro y fuera de Cuba.

Escobar expresó que este tipo de ataques no se limita al plano discursivo, sino que implica riesgos reales para su seguridad personal y la de su familia, incluso viviendo fuera de la isla. Recordó que se encuentra en Madrid a la espera del resultado de su solicitud de asilo político, proceso iniciado hace dos años y medio, lo cual asegura que mantiene una situación de “vulnerabilidad legal y personal”.

“Cada vez que mi nombre aparece en esos medios, no es solo un ataque político: es un peligro real para mí y para mi familia”, declaró.

La periodista sostuvo que no responde a agendas extranjeras ni intereses políticos, y que su labor se centra en informar, preguntar y amplificar voces ciudadanas que no disponen de espacio en los medios estatales. Insistió en que el objetivo de la campaña en su contra es deslegitimar y silenciar el periodismo independiente, así como desalentar a quienes denuncian violaciones de derechos humanos o demandan libertades civiles.

De acuerdo con Escobar, la utilización de medios estatales para atacar periodistas críticos constituye un acto contra la libertad de prensa y contra el derecho de la ciudadanía a estar informada:

“Cuando un Estado usa sus propios medios para difamar y criminalizar el periodismo, no es solo un ataque personal: es un ataque a la libertad de prensa y al derecho de la sociedad a acceder a información independiente”.

Aseguró que, pese a las campañas de descrédito, continuará ejerciendo el oficio, documentando la realidad cubana y defendiendo la necesidad de información libre y plural.

“Informar y contar la verdad no es un delito”, concluyó.