Presos políticos en huelga de hambre en Cuba: alarma creciente por el deterioro extremo de su salud

Las últimas denuncias públicas de la activista Anamely Ramos González vuelven a encender las alarmas sobre la situación crítica de varios presos políticos en Cuba, quienes permanecen en huelga de hambre en diferentes prisiones del país. Los familiares, que han logrado verlos en condiciones físicas alarmantes, suplican una intervención urgente antes de que sea demasiado tarde.

Yosvany Rossell: 24 días sin comer y al borde del colapso

Yosvany Rossell cumple hoy 24 días de huelga de hambre. Su esposa pudo verlo recientemente y asegura que su deterioro es extremo. Pese al riesgo real de colapso, Rossell se negó a abandonar la protesta. Su cuerpo, debilitado por semanas sin alimentos, podría fallar en cualquier momento.

Ramos González pidió a la Iglesia Católica interceder de inmediato para que las autoridades permitan acceso a Rossell antes de que ocurra una tragedia.

Cuatro presos en huelga en la prisión de Agüica

En la prisión de Agüica, cuatro reclusos permanecen en huelga desde el 2 de noviembre, fecha en que fueron trasladados desde el Combinado del Este.

La esposa de uno de ellos confirmó que José Antonio Pompa continúa plantado, ya con 13 días sin ingerir alimentos. Sobre los otros tres aún no hay información clara, lo que aumenta la preocupación entre familiares y activistas.

Yasiel Aníbal Palau: humillación, castigo y una acusación que podría prolongar su condena

Yasiel Aníbal Palau inició su huelga el 5 de noviembre, después de haber sido humillado en la prisión de Melena 2 por un oficial.

En los primeros días, Palau tenía la boca cosida y no consumía ni agua. Desde el 11 de noviembre, comenzó a hidratarse, pero se niega rotundamente a abandonar la huelga.

La familia denuncia que las autoridades intentan acusarlo de atentado para extender una condena que está a punto de cumplirse. Su madre, Layda Jacinto, está postrada en cama con un virus y apenas puede hablar, lo que limita su capacidad de exigir justicia por su hijo.

“Basta de llevar a inocentes a la muerte”

La denuncia de Ramos González subraya un mensaje contundente:

“Basta ya de impulsar a personas inocentes a la muerte. Suéltenlos ya”.

Las familias están desesperadas, los cuerpos de estos reclusos se consumen día tras día y las instituciones del régimen permanecen en silencio. La falta de transparencia, las restricciones para acceder a los presos y la ausencia de garantías mínimas agravan una situación que podría convertirse, en cuestión de horas, en una tragedia mayor.

Mientras las huelgas avanzan, las vidas de estos cubanos penden de un hilo. Y el país —una vez más— mira cómo la desesperación se convierte en la última herramienta de quienes ya no tienen otra forma de defender su dignidad.