Camagüey: familia espera más de 48 horas para sepultar a una anciana por colapso funerario

Una familia camagüeyana vive desde el martes una pesadilla que se ha extendido por más de dos días, tras la muerte de Isabel Irene Hernández Ortiz, una anciana de 88 años cuyo cuerpo aún no ha podido ser sepultado debido al colapso del sistema funerario en la provincia.

El periodista independiente José Luis Tan Estrada denunció el caso en sus redes sociales bajo el título: “Dos días después, aún no han podido sepultar a su ser querido”, y acompañó su publicación con testimonios que revelan la desorganización y el abandono institucional que sufren los servicios funerarios en Cuba.

Según relataron los familiares, Isabel falleció en la madrugada del martes 11 de noviembre, entre las cinco y seis de la mañana. En un primer momento, las autoridades les informaron que el crematorio no estaba funcionando, pero al verificar personalmente descubrieron que sí operaba con normalidad. Desde allí fueron enviados a Medicina Legal y luego a la funeraria, donde les aseguraron que enviarían un carro para recoger el cuerpo.

“El vehículo nunca llegó a tiempo. A las cuatro de la tarde trajeron una caja inventada y la pusieron ahí hasta que vinieran del crematorio a recogerla”, contó un familiar, visiblemente afectado.

Durante toda la noche, la familia intentó comunicarse con la funeraria, pero la única respuesta fue que “todo estaba saturado”. Desesperados, se presentaron el miércoles 13 en el Partido Provincial de Camagüey, donde en atención a la ciudadanía les prometieron una “solución inmediata”.

Pasadas las 10:30 de la mañana, el cuerpo fue finalmente trasladado al crematorio, donde les informaron que existían cuatro cadáveres en la nevera y que intentarían “intercalarla” entre los casos pendientes. Sin embargo, al cierre de esta nota, Isabel Irene Hernández Ortiz aún no había sido cremada.

“El cuerpo ya estaba corrompiéndose, soltando sangre por la boca, y no podíamos hacer nada”, relató entre lágrimas uno de los familiares. Los trabajadores del crematorio les advirtieron además que había más fallecidos provenientes del hospital provincial, y que el turno de Isabel era el número nueve.

Este caso, documentado por Tan Estrada, pone en evidencia la crisis sanitaria y funeraria que atraviesa el país, donde la falta de recursos, transporte y organización agrava el dolor de las familias que, incluso en la muerte, deben enfrentar el abandono estatal.

En Camagüey, como en otras provincias, los reportes ciudadanos coinciden en señalar que los crematorios operan al límite, los ataúdes escasean y los servicios funerarios apenas logran responder a la demanda. La desidia institucional se ha vuelto una constante, mientras el régimen guarda silencio ante el sufrimiento de quienes solo buscan despedir con dignidad a sus muertos.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias