Perú rechaza el salvoconducto solicitado por México para Betsy Chávez y expulsa al embajador cubano Carlos Zamora

El Gobierno del Perú rechazó de manera tajante la solicitud de salvoconducto presentada por México para la ex primera ministra Betsy Chávez, quien se encuentra acusada por rebelión y conspiración por su presunta participación en el intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022. Al mismo tiempo, el Ejecutivo confirmó la salida definitiva del embajador de Cuba en Lima, Carlos Zamora, en medio de tensiones diplomáticas por el creciente respaldo de La Habana a gobiernos aliados de izquierda en la región.

En un comunicado emitido por la Cancillería peruana, se explica que tras un análisis jurídico y político de la solicitud mexicana, se concluyó que la aplicación de la Convención de Caracas de 1954, que regula el asilo diplomático en el marco de la OEA, ha sido distorsionada en los últimos años para proteger a personas acusadas de delitos comunes bajo el pretexto de persecución política.

“El Gobierno del Perú considera que esta práctica desnaturaliza la esencia de la Convención, concebida para proteger a nacionales de los Estados miembros del Sistema Interamericano de persecuciones políticas”, señala el comunicado.

“En ningún caso debe utilizarse para eludir la aplicación de las leyes nacionales”, añade.

La ex primera ministra Betsy Chávez, figura cercana al expresidente Pedro Castillo, se encuentra actualmente en una sede diplomática mexicana en Lima, donde solicitó asilo alegando persecución política, a pesar de que enfrenta cargos por delitos graves dentro de un sistema judicial democrático.

El Gobierno peruano expresó su malestar y rechazo por el uso político del asilo diplomático, afirmando que esta figura no puede ser utilizada por personas procesadas o condenadas por delitos comunes.

Como consecuencia, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció que el presidente de la República ha dispuesto presentar ante la OEA una propuesta para modificar la Convención de Caracas de 1954, con el fin de evitar abusos y garantizar que el derecho de asilo no se convierta en un refugio para prófugos de la justicia.

La salida del embajador cubano

El mismo comunicado informa que el vicecanciller peruano convocó el pasado 28 de octubre al embajador de Cuba, Carlos Zamora, para abordar sus actividades durante la misión diplomática en Lima. Tras ese encuentro, el gobierno confirmó que Zamora concluyó sus funciones y abandonó el país definitivamente.

Fuentes diplomáticas señalan que la decisión estaría relacionada con interferencias indebidas de la embajada cubana en asuntos internos peruanos, así como con la coordinación política entre embajadas aliadas del eje de izquierda, incluida la mexicana, en el caso de Betsy Chávez.

Con estas decisiones, el Gobierno del Perú busca afirmar su soberanía, defender el Estado de derecho y marcar distancia de gobiernos que, bajo el discurso del asilo político, intentan proteger a funcionarios implicados en delitos comunes.

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