
Niños protagonizan protesta en Maqueicito: sin luz, sin agua y bajo vigilancia policial
La comunidad de Maqueicito, en la provincia de Guantánamo, salió a las calles anoche en una protesta por la falta de electricidad y agua, dos problemas que arrastran desde mucho antes del paso del ciclón Melissa.
Según reportes enviados a ClickCuba, los vecinos quemaron gomas como símbolo de reclamo y exigieron el restablecimiento del servicio eléctrico. Al lugar acudieron los bomberos y miembros de la Brigada Especial del Ministerio del Interior, pero no intervinieron. “Se quedaron en una esquina observando”, contaron testigos, mientras los manifestantes, en su mayoría niños, gritaban consignas por la corriente eléctrica.
La presencia policial en la zona es ahora evidente. “Maqueicito está lleno de agentes de la Seguridad del Estado y de policías”, informaron residentes. Sin embargo, las autoridades locales no han cumplido la promesa de restablecer el servicio, a pesar de que el propio Gobierno aseguró días atrás que los trabajos de reparación estaban casi concluidos.
Una pipa de agua fue llevada al lugar durante la jornada, pero los vecinos consideran ese gesto insuficiente. El problema del abastecimiento se remonta a mucho antes del ciclón, y la población lo percibe como un intento de calmar los ánimos sin resolver la raíz del conflicto.
Pese a la represión habitual del régimen cubano ante este tipo de manifestaciones, no se han reportado detenciones, lo que podría deberse a la participación masiva de menores de edad. “Esta vez está difícil buscar un líder que pague el plato porque son niños los que protestan”, comentó un vecino que pidió el anonimato por temor a represalias.
El único resultado tangible hasta el momento ha sido la distribución del pollo destinado a niños de 0 a 13 años y adultos mayores de 65, una concesión que los habitantes atribuyen directamente a la presión de la protesta. Pero la electricidad sigue sin llegar, y los vecinos advierten que si hoy no la restablecen, volverán a salir a la calle esta noche.
La situación en Maqueicito refleja el creciente hartazgo social en el oriente cubano, donde las secuelas del huracán Melissa, la escasez de alimentos, la falta de agua y los apagones de más de 20 horas diarias han dejado a miles de familias en condiciones críticas.
Mientras tanto, el régimen continúa sin ofrecer una respuesta concreta, limitándose a enviar fuerzas policiales a vigilar comunidades exhaustas que solo piden algo tan básico como luz y agua.







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