Preso político Yosvany Rossel cumple once días en huelga de hambre y su esposa denuncia que fue golpeado

La esposa del preso político cubano Yosvany Rossel, Mailin Sánchez, denunció que su esposo continúa en huelga de hambre y que además ha sido golpeado dentro de la prisión. Rossel inició la huelga el 24 de octubre de 2025, en protesta por las condiciones carcelarias y los abusos que sufre, y hoy cumple once días sin ingerir alimentos.

Mailin, que vive en una situación precaria tras el paso del huracán que afectó gran parte del oriente cubano, enfrenta ahora la angustia de no saber en qué estado se encuentra su esposo. “Necesito que se hable de su caso, que se le dé visibilidad y protección”, expresó. “No tengo noticias claras de su salud, y temo por su vida”.

Según la denuncia, Rossel habría sido golpeado por funcionarios penitenciarios, lo que agrava aún más su delicada situación física después de más de una semana sin comer. Su esposa pidió apoyo a la comunidad dentro y fuera de la isla para evitar que el caso quede en silencio, como ha ocurrido con otros presos políticos en huelga de hambre.

El caso de Yosvany no es aislado. Otras familias cubanas viven dramas similares, entre ellas la del rapero y preso político Ibrahim Domínguez, quien también sufre maltratos y condiciones inhumanas en prisión. Ambos forman parte del grupo de manifestantes y activistas encarcelados tras las protestas del 11 de julio de 2021, y han denunciado reiteradamente los abusos del régimen dentro de las cárceles.

La situación de los presos políticos en Cuba se agrava cada día, especialmente tras el paso del huracán, que ha dejado a muchas familias sin hogar ni recursos básicos. En medio de ese panorama de supervivencia y represión, las denuncias de esposas, madres y familiares son muchas veces la única vía para que el mundo sepa lo que ocurre detrás de los muros carcelarios.

“Solo pido que no lo dejen morir”, dijo Mailin. “Que los organismos internacionales y los medios independientes pongan sus ojos en él. No es un delincuente, es un cubano que piensa diferente”.

La historia de Yosvany Rossel resume el doble castigo que viven muchas familias en Cuba: el del hambre y la miseria impuesta desde afuera, y el del silencio impuesto desde adentro.