
Ucrania cierra su embajada en Cuba tras acusar al régimen de complicidad con Rusia
El gobierno de Ucrania anunció el cierre de su embajada en Cuba, en respuesta a lo que calificó como una “indiferencia cómplice” del régimen de La Habana ante el reclutamiento masivo de ciudadanos cubanos por el ejército ruso para combatir en la guerra contra Kiev.
El canciller ucraniano Andrii Sybiha informó la decisión a través de un comunicado oficial, en el que denunció que las autoridades cubanas han guardado silencio pese a las reiteradas pruebas sobre redes de tráfico y reclutamiento de jóvenes cubanos enviándolos al frente de guerra en Ucrania.
“El silencio de La Habana la convierte en cómplice de la agresión rusa”, declaró Sybiha, subrayando que mientras otros países latinoamericanos han condenado la invasión, el régimen de Miguel Díaz-Canel ha respaldado abiertamente a Vladimir Putin.
El jefe de la diplomacia ucraniana recordó además que Díaz-Canel deseó públicamente “éxito” a Putin en la invasión, durante una visita oficial a Moscú en 2022, lo que evidencia —según Kiev— una alianza política y militar entre ambos regímenes.
En los últimos meses, decenas de cubanos han sido captados por redes vinculadas al ejército ruso mediante falsas promesas de empleo, siendo luego enviados a zonas de combate. Aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba admitió en septiembre de 2023 la existencia de estos casos, no ha condenado ni detenido el flujo de reclutas, limitándose a culpar a supuestos “traficantes ilegales”.
La decisión de Ucrania marca un deterioro total de las relaciones diplomáticas con La Habana, que ya había sido objeto de críticas por votar en abstención o directamente alinearse con Moscú en la ONU ante resoluciones que condenan la invasión.
El cierre de la embajada en La Habana implica la suspensión de todas las funciones consulares, incluyendo visados y cooperación bilateral. Fuentes diplomáticas en Kiev aseguran que las operaciones serán trasladadas temporalmente a otra sede en América Latina.
Con este paso, Ucrania envía un mensaje claro: no tolerará la colaboración indirecta de gobiernos que faciliten o encubran el envío de combatientes extranjeros al frente ruso.







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