
Vigilancia policial contra el padre del preso político Walnier Aguilar, la periodista Camila Acosta y el opositor Boris González Arenas
La represión en Cuba volvió a intensificarse este 28 de octubre, coincidiendo con la convocatoria oficialista por el aniversario de Camilo Cienfuegos. Varios opositores y periodistas independientes denunciaron estar bajo vigilancia de la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria, un patrón que el régimen repite cada vez que organiza actos públicos o teme manifestaciones ciudadanas.
El activista Wilber Aguilar Bravo, padre del preso político Walnier Aguilar, publicó fotos de una patrulla frente a su vivienda denunciando que nuevamente le fue prohibido salir. “Hoy no puedes salir”, le advirtieron los agentes. Aguilar respondió:
“Su verdadero enemigo es la realidad, no el pueblo. Tenemos miles de problemas, pero la solución es una para todos los problemas: la represión. Libertad para mi hijo Walnier, libertad para todos los presos políticos, paz para las familias cubanas. Viva Cuba libre.”
El activista precisó que esta es la tercera vez en el mes que es sitiado por la patrulla 615, denunciando el acoso constante que sufre por exigir la liberación de su hijo y de todos los presos políticos.
También la periodista independiente Camila Acosta informó en Facebook que se encontraba bajo vigilancia policial y de la Seguridad del Estado, sin explicación alguna:
“Hoy tengo vigilancia policial y de la SE. ¿Ahora por qué?”, escribió con ironía, acompañando su mensaje con un emoji de resignación.
Horas más tarde, Juliette Isabel Fernández Estrada denunció que un agente de la Seguridad del Estado fue apostado con una moto frente a su edificio para impedir que su esposo el opositor Boris González Arenas saliera de su casa. Según explicó, esta vigilancia coincidió con los preparativos de la marcha oficialista del 28 de octubre.
“Los semáforos de media ciudad están apagados porque media ciudad está sin luz. Solo reprimir es lo que les permite empujarnos al despeñadero cada vez más”, escribió Fernández.
Mientras el régimen convoca marchas “por Camilo” y “contra el bloqueo”, en las calles se refuerza el control y la represión preventiva. Tres denuncias en un mismo día confirman que el régimen cubano mantiene bajo cerco a periodistas, opositores y familiares de presos políticos, mostrando una vez más que el miedo a la libertad sigue marcando el pulso del poder en la isla.







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