Pastor Alain Toledano denuncia nuevo acto de destierro en su contra al intentar regresar a Santiago de Cuba

El pastor cubano Alain Toledano Valiente, líder religioso y activista por la libertad de culto en la isla, denunció en su cuenta de Facebook haber sido impedido de entrar a Santiago de Cuba tras volar hasta esa ciudad, donde reside su familia. Según su testimonio, las autoridades de inmigración le negaron la entrada, a pesar de que había logrado abordar el vuelo con destino a su provincia natal.

“Pude volar, pero los tiranos me esperaban, todo el show hecho a andar y me detuvieron en emigración y no me permitieron entrar. Estoy siendo desterrado por segunda vez de mi propio país”, escribió Toledano.

El pastor explicó que su viaje tenía un propósito estrictamente familiar: visitar a su hija mayor, Susana, y acompañar a sus seres queridos que —según sus palabras— atraviesan un momento de sufrimiento. Sin embargo, su llegada fue frustrada por las autoridades, quienes ya lo esperaban en el aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba.

Toledano, una de las voces religiosas más críticas del régimen cubano, aseguró que el gobierno “se deleita en dañar a la familia cubana” y que realiza “cualquier tipo de crimen por preservar su poder”. En su publicación, expresó también su determinación de regresar algún día a su país, pero “libre de tiranos asesinos”.

Las imágenes compartidas por el pastor muestran su arribo al aeropuerto, así como momentos previos al intento de entrada a la terminal santiaguera.

El líder religioso ya había denunciado anteriormente persecución, acoso y restricciones de movimiento por parte de las autoridades cubanas debido a su labor pastoral independiente. Su caso refleja una vez más la política sistemática de control y represión que el régimen aplica contra voces disidentes y líderes comunitarios que no se subordinan a las estructuras oficiales del Consejo de Iglesias de Cuba.

La situación de Toledano se suma a la de otros cubanos que, aun siendo ciudadanos de la isla, son tratados como “indeseables” dentro de su propio país, un acto que organizaciones internacionales consideran una violación del derecho a la libertad de movimiento y residencia reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.