Organizaciones germano-cubanas piden a Alemania revisar su relación con Cuba ante el agravamiento de la crisis en la isla

Las asociaciones MenschenDeCuba e.V. y PatriaYVida e.V., que agrupan a ciudadanos cubanos residentes en Alemania, enviaron una carta abierta al embajador alemán en Cuba, Dr. Frank Rückert, en la que expresan su profunda preocupación por la crisis humanitaria, social y política que atraviesa el país y solicitan a Berlín una revisión urgente del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) entre la Unión Europea y el régimen cubano.

El documento, fechado el 22 de octubre de 2025 y firmado en Dresden y Kirchdorf an der Iller, describe un panorama crítico: una epidemia de arbovirosis sin precedentes —que incluye dengue, zika, chikungunya y fiebre de Oropouche— que ha puesto al sistema sanitario “al borde del colapso”, una crisis energética estructural, y una población que “vive entre apagones, escasez y represión”.

Las organizaciones señalan que la situación sanitaria y económica no es producto del embargo estadounidense, como insiste el discurso oficial, sino de décadas de mala gestión, corrupción y represión política. “El gobierno comunista sigue culpando a las sanciones de su propio fracaso, cuando ha tenido más de seis décadas para reformar el país”, subraya la carta, que también recuerda que Cuba mantiene relaciones comerciales con la Unión Europea, China y Rusia, e incluso importa alimentos directamente desde Estados Unidos.

El texto denuncia además la represión de las protestas pacíficas, como la ocurrida el 18 de octubre en Baire (Santiago de Cuba), donde varios manifestantes fueron arrestados y “obligados a confesar públicamente su lealtad al régimen”.

En su misiva, los firmantes apelan a la responsabilidad de Alemania como miembro de la UE y parte del ADPC, un acuerdo que obliga a las partes a respetar los derechos humanos y los principios democráticos. Sin embargo, tras casi nueve años de vigencia, “no se han observado avances sustanciales ni en la apertura política ni en la mejora de las condiciones de vida de la población”.

Por ello, las organizaciones plantean tres preguntas directas al embajador Rückert y al gobierno alemán:

¿Qué beneficio real ha tenido el ADPC para el pueblo cubano tras nueve años sin resultados visibles?

¿Qué validez tiene el derecho internacional si un acuerdo de este tipo puede ser ignorado impunemente por una de las partes?

¿Por qué la Unión Europea no aplica la cláusula democrática del artículo 85.3 del ADPC, pese al evidente incumplimiento por parte del régimen cubano?

Finalmente, el comunicado insta a Alemania a suspender la aplicación del acuerdo como “una medida necesaria y coherente”, argumentando que sería “no solo una decisión política justa, sino también un acto de responsabilidad humanitaria ante la dramática situación del pueblo cubano”.

Las asociaciones firmantes —MenschenDeCuba e.V. y PatriaYVida e.V.— afirman que su objetivo es promover un diálogo directo y respetuoso entre la sociedad civil independiente y las instituciones alemanas, sin la mediación del aparato estatal cubano. Concluyen su carta reiterando la urgencia de que Berlín y Bruselas dejen de sostener una política que, bajo el pretexto del diálogo, ha legitimado la represión en Cuba.