
Melissa pone en alerta a Cuba: el Caribe se prepara ante la posible llegada de un huracán de gran intensidad
La tormenta tropical Melissa, que avanza lentamente por el Caribe central, podría convertirse en una seria amenaza para Cuba en los próximos días. Su paso ya deja lluvias torrenciales en Jamaica y Haití, y los modelos meteorológicos apuntan a una trayectoria que podría acercarla peligrosamente a la Isla, donde las autoridades mantienen silencio ante un escenario que podría agravarse de manera repentina.
Una tormenta en crecimiento
Melissa se formó sobre aguas excepcionalmente cálidas del Caribe, con temperaturas que superan los 30 °C, condiciones ideales para un rápido fortalecimiento. Actualmente mantiene vientos sostenidos de unos 80 km/h, pero los especialistas advierten que podría transformarse en huracán de categoría 3 o 4 antes de tocar tierra o pasar cerca del oriente cubano.
El fenómeno se mueve lentamente hacia el noroeste, lo que significa que permanece más tiempo sobre el mar, acumulando energía y humedad. Esa lentitud también aumenta el riesgo de lluvias persistentes e inundaciones prolongadas en toda la región.
Peligro inminente para el oriente y el centro de Cuba
De mantenerse la trayectoria actual, Melissa afectaría a Cuba entre el domingo y el martes, con especial impacto en las provincias orientales y centrales.
Las zonas más vulnerables serían Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo, Camagüey y Ciego de Ávila, donde se prevén lluvias intensas, crecida de ríos y posibles deslizamientos de tierra.
En las costas del sur, el peligro es aún mayor: los modelos advierten sobre una posible marejada ciclónica y penetraciones del mar que podrían inundar pueblos enteros si el huracán gana fuerza.
A pesar de los avisos internacionales, el régimen no ha emitido ninguna comunicación preventiva ni ha anunciado medidas de protección civil, un patrón que se repite cada temporada ciclónica y deja a la población desinformada hasta último momento.
Lluvias torrenciales y apagones a la vista
En un país con un sistema eléctrico colapsado y sin infraestructura para enfrentar desastres, la llegada de Melissa podría agravar el caos que ya se vive por los apagones de más de 20 horas diarias.
Las lluvias intensas amenazan con cortar carreteras, dejar aisladas comunidades rurales y provocar pérdidas agrícolas en un momento en que la escasez de alimentos alcanza niveles críticos.
Los meteorólogos advierten que incluso sin un impacto directo, los efectos indirectos —lluvias, vientos, oleaje y saturación del terreno— podrían sentirse en todo el territorio nacional.
El silencio oficial y la voz de la gente
Mientras el régimen guarda silencio, los cubanos dentro y fuera de la Isla ya expresan su preocupación en redes sociales. Muchos recuerdan los desastres que dejaron ciclones anteriores, cuando la falta de previsión oficial multiplicó las pérdidas humanas y materiales.
Desde la diáspora, activistas y medios independientes llaman a mantenerse informados a través de canales alternativos, compartir reportes locales y coordinar apoyo con familiares en las zonas más expuestas.
Prepararse puede salvar vidas
ClickCuba recuerda que, ante la posible llegada de Melissa, los cubanos deben:
Revisar techos y asegurar objetos sueltos. Almacenar agua y alimentos no perecederos. Tener linternas, baterías y medicinas a mano. Evitar cruzar ríos crecidos y zonas bajas. Mantenerse atentos a los partes meteorológicos internacionales, dado que los medios estatales suelen minimizar la información.
Melissa podría convertirse en el huracán más poderoso del año en el Caribe, y Cuba, en su ruta probable, no está preparada para enfrentarlo.
Mientras el régimen sigue culpando al “bloqueo” de todos sus males, la naturaleza vuelve a recordarle al pueblo que el verdadero bloqueo es la negligencia y el abandono institucional.







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