
Grave aumento de casos de tuberculosis en Santiago de Cuba en medio de la epidemia de arbovirosis
Una nueva alarma sanitaria sacude a la provincia de Santiago de Cuba. El Dr. Miguel Ángel Ruano, presidente del Gremio Médico Cubano Libre, denunció a través de su perfil de Facebook un preocupante incremento de los casos de tuberculosis pulmonar en el Hospital Juan Bruno Zayas, en medio de la ya crítica epidemia de arbovirosis que azota al oriente del país.
Según la denuncia, los médicos del hospital han manifestado una profunda preocupación por dos razones fundamentales:
La falta de recursos para realizar diagnósticos certeros. La carencia de medicamentos esenciales para el tratamiento de la enfermedad.
El esquema terapéutico de la tuberculosis —que debe durar entre seis y nueve meses— incluye una combinación de fármacos que en Cuba actualmente no están disponibles en farmacias ni almacenes de salud pública: isoniazida, rifampicina, pirazinamida y etambutol en la fase inicial, y luego isoniazida y rifampicina en la fase de continuación.
El Dr. Ruano señaló que se ha detectado un aumento inusual de pacientes con síntomas respiratorios no relacionados con la arbovirosis. Sin embargo, la falta de recursos básicos, como radiografías de tórax, pruebas cutáneas (Mantoux), cultivos de esputo o pruebas moleculares como el Xpert MTB/RIF, impide confirmar diagnósticos y controlar posibles brotes.
“La escasez llega al punto de no poder hacer ni una simple radiografía de tórax”, advierten los profesionales de la salud, que temen un brote descontrolado en una provincia donde ya se combinan varias crisis epidemiológicas.
La tuberculosis, una enfermedad infecciosa que puede causar daño pulmonar irreversible o la muerte si no se trata adecuadamente, representa un riesgo adicional para una población debilitada por el hambre, la pobreza y el colapso del sistema sanitario.
El Dr. Ruano advierte que un brote de tuberculosis tendría consecuencias devastadoras no solo para la salud pública, sino también para la economía familiar, ya que el tratamiento es largo, requiere aislamiento y la mayoría de los cubanos “hoy luchan simplemente por conseguir algo que llevarse a la boca”.
Con el 88 % de los cubanos viviendo bajo el umbral de la pobreza, la expansión de enfermedades prevenibles y tratables como la tuberculosis refleja —una vez más— el colapso estructural del sistema de salud cubano, que el régimen continúa presentando falsamente como “potencia médica”.







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