Trump ordena ataque contra narcolancha en el Caribe: cuatro muertos vinculados a organizaciones terroristas

En una nueva escalada de la ofensiva contra el narcotráfico en el Caribe, el Secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó este viernes que, por órdenes directas del presidente Donald Trump, se ejecutó un ataque “letal y cinético” contra una embarcación dedicada al tráfico de drogas vinculada a organizaciones terroristas designadas por Washington.

El operativo fue llevado a cabo en aguas internacionales, frente a las costas de Venezuela, dentro del área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM). Según la información oficial, cuatro hombres identificados como “narco-terroristas” murieron en la acción, mientras que ninguna fuerza estadounidense resultó herida.

“La embarcación transportaba cantidades sustanciales de narcóticos con destino a Estados Unidos, con el objetivo de envenenar a nuestro pueblo”, declaró Hegseth en un comunicado difundido en la red social X.

Inteligencia confirmada

El secretario aseguró que la operación se ejecutó tras recibir informes de inteligencia que confirmaban sin lugar a dudas que el barco formaba parte de una ruta de tráfico de drogas ya identificada. “Los ocupantes eran narco-terroristas y se desplazaban en un corredor utilizado sistemáticamente por carteles vinculados al terrorismo”, afirmó.

Hegseth advirtió que estas operaciones continuarán “hasta que los ataques contra el pueblo estadounidense estén completamente neutralizados”.

Mensaje político y militar

El ataque, que fue documentado con imágenes aéreas mostrando la embarcación en llamas, refuerza la política de línea dura que Trump ha impulsado contra los carteles en su segundo mandato. La administración estadounidense ha declarado que los carteles de la droga constituyen una amenaza terrorista directa, lo que habilita al Pentágono a desplegar fuerza letal contra ellos bajo las normas de combate.

La operación, realizada a escasos kilómetros de las costas venezolanas, también envía un mensaje geopolítico en la región, donde Washington ha intensificado su presencia militar.